-¿Qué le parece las novedades culinarias que tratan de mostrar presentaciones del cordero diferentes a las típicas de asado o chuletillas?

-Uno de los problemas es vender el producto a la gente joven, que tiene una cultura diferente a otras generaciones. Es bueno innovar. Para mi un lechazo asado está exquisito y no necesita más, pero hay que adaptarse a la población más joven y el cambio de vida que ha habido, porque a lo mejor el ama de casa no tiene toda la mañana para estar asando un lechazo. Por lo menos hay que intentarlo, estar abiertos a que haya otras maneras de cocinar el lechazo. De hecho hay empresas trabajando en ello, con precocinados y confitados que tardas menos de media hora en tenerlos listos.

-¿Sienten el apoyo de la Administración?

- Un problema que tenemos es que al ser pocos con respecto a las otras razas la Administración nos tiene un poco abandonados. Ha habido unos años que nos ha apoyado, pero todo el mundo quiere repartirse el pastel. Con respecto a la sede, hemos tenido el apoyo de la Diputación de Zamora. El sitio, en La Aldehuela, la verdad es que está muy bien, aunque a alguno nos pille un poco lejos.