La primera fase del Curso Superior Universitario de Mediación Familiar, Civil y Mercantil impartido por la UNED ha finalizado con buenas sensaciones, que han reafirmado a los dirigentes de la institución educativa en la necesidad de continuar con este tipo de formación. En este primer curso homologado han participado 67 alumnos, principalmente de las ramas del Derecho y el Trabajo Social, aunque desde el centro esperan alcanzar la cifra de los setenta una vez comience la parte eminentemente práctica de la materia, pasado el verano. Los responsables del curso aseguran que "la mediación ha llegado para quedarse" y por eso han confirmado una apuesta decidida por esta faceta profesional.

El experto en mediación y ponente del curso, José Antonio Veiga, asegura que el futuro pasa por implantar la mediación como recurso al alcance de cualquier ciudadano, aunque niega tajantemente que sea una herramienta para descongestionar los juzgados. "La mediación es una clara opción de futuro profesional y algo que España necesita de urgencia", explica. "En países europeos y, sobre todo, sudamericanos, la mediación ya es un hecho, pero España se ha quedado atrás, como en otras tantas cosas", apunta.

El objetivo de este curso es proporcionar a los alumnos la homologación pertinente para inscribirse en el Registro de Mediadores Civiles y Mercantiles del Ministerio de Justicia y en el Registro de Mediaciones Familiares de la Junta de Castilla y León. Pero, para que esto sea una realidad, primero hay que trabajar. "La mediación es imparable, pero antes tenemos que crear en la gente la necesidad de acudir a los mediadores", expresa.

En este primer curso, el perfil del alumno es principalmente de la rama de Derecho y Trabajo Social. "Hay que dejar claro que la mediación no perjudica en absoluto a abogados y procuradores. Si se me permite la expresión, el pastel es muy grande para repartir entre todos", comenta José Antonio Veiga.