Esta vez si, el vicario, José Francisco Matías, el delegado de Liturgia, Narciso Lorenzo y el capellán, Volusiano Calzada, bendecían ayer la capilla del Hospital Provincial, lo que permite utilizarla para el culto. Un primer intento de llevar a cabo el sencillo acto de bendición se vio truncado por el celo de los responsables del centro, que echaron al fotógrafo de este diario y toda la comitiva religiosa porque no habían pedido permiso. Ayer, sin "testigos molestos", ya quedaron bendecidas las instalaciones, necesarias tras el cierre de la anterior capilla.