"La afluencia que tiene esta piscina es exagerada, incluso en ocasiones se queda pequeña". El presidente de la asociación de vecinos del barrio de Pinilla, Artemio Pérez, justifica este servicio que ofrece una instalación privada, puesta en marcha por el propio colectivo vecinal desde hace ya trece veranos, para solicitar al Ayuntamiento algún tipo de subvención municipal para ayudar en el mantenimiento de la piscina del barrio. "En la actualidad no tenemos ningún tipo de apoyo, todo sale de la propia asociación de vecinos", explica el presidente.

Pérez reconoce que este servicio "economiza" a la ciudad "un gasto muy alto que, de otra manera tendría que desembolsar el ayuntamiento". Además, la alta afluencia en la piscina de Pinilla, ayuda a "evitar la masificación" en las otras instalaciones municipales.

Por ese motivo, el presidente invita a los miembros del nuevo equipo de gobierno a que acudan a visitarla "y que sepan que Pinilla también existe y que los vecinos de esta zona también pagamos nuestros impuestos, así que podrían revertirse de esta manera", sugiere.

"Es verdad que la piscina es del barrio y se puso en marcha gracias a dinero privado y aportaciones personales en su día, hace más de diez años. Todo es gracias al movimiento vecinal, pero el coste del mantenimiento es muy elevado y por eso pedimos ayuda", solicita.

En la actualidad, la asociación tiene que hacer frente a "todos los gastos que conlleva este tipo de instalaciones", puntualiza. Desde contratar al socorrista para la seguridad de los bañistas hasta el pago de las facturas de la luz y del agua, además de los trabajos de adecuación del césped o la depuración del agua. "Solo el vaciado de la piscina nos cuesta 790 euros cada vez que se realiza", ejemplifica el presidente de la asociación de vecinos.

Como contrapartida, los usuarios que son miembros de la asociación de Pinilla pagan tan solo una cuota de 20 euros al año por familia que les otorga la posibilidad de poder acceder a las instalaciones de la piscina de manera totalmente gratuita, por lo que la cantidad de dinero que la agrupación puede recaudar por este servicio de baño es mínimo. "Se dispone de un carnet, que es lo único que hay que presentar para entrar a la piscina", explica. Esta cuota, además, incluye también acceder "a los distintos cursos y actividades que la asociación ofrece durante todo el año", añade.

Por otro lado, Artemio Pérez afirma que no se trata de una instalación de la que solo puedan disfrutar los vecinos del barrio, sino que también pueden acudir a refrescarse ciudadanos de otras zonas de la capital. "Según los estatutos, el 20% de los usuarios pueden ser de fuera del barrio", recuerda Pérez.

Este servicio se ofrece durante todo el verano, con un horario mucho mayor que el del resto de las piscinas municipales con las que cuenta la capital, ya que ha abierto sus puertas el pasado 20 de junio y estará a disposición de los vecinos hasta el próximo 20 de septiembre.