La UNED en Zamora imparte desde mañana en la prisión de Topas un curso que afronta la reforma del Código Penal, la prisión permanente revisable o el reingreso en la sociedad de los presos. El director del curso es Alfonso Serrano Maíllo que asegura que este es un tema "muy poco trabajado" y afrontará el proceso desistimiento de las carreras criminales.

-¿ El debate de la reforma del Código Penal es uno de los asuntos que se va a tratar en el curso de la UNED, ¿Cuál son las principales claves de esta reforma?

-La reforma es muy amplia. Aquí no podemos tratarla ni muchísimo menos en toda su extensión sino que al ser un curso que está relacionado con el contexto pues nos centramos en algunas de las partes de la reforma que pueden ser más llamativa aunque, no por eso tienen que ser las más importantes. Por ejemplo la parte que más puede interesar a los asistentes es la de privación de libertad, la parte relativa a la suspensión de la ejecución de la pena o de la libertad condicional. Además de ellos, durante el programa también hay alguna visión más general. A la vez el curso trata de ver también la otra cara de la moneda que es la función de la prisión, que es la del reingreso en la sociedad.

-¿Se hace todo lo posible para facilitar el reingreso en la sociedad de los presos?

-Este es un tema que esta muy poco trabajado. Hay una parte de acciones que se llevan a cabo dentro de las prisiones, con todas las limitaciones que uno se puede imaginar que existen al respecto, pero hay otra parte muy importante que es cuando el preso sale de la prisión y se reintegra. Este es un momento crítico que está relativamente poco estudiado. En el curso vamos a prestarle una atención, de los procesos que ocurren cuando se reingresa en la sociedad y en particular la idea del desistimiento. Esta idea, ya sea por el mero paso del tiempo o por distintas cuestiones que se pueden debatir. Con el paso del tiempo es posible que quizá no se abandone del todo la carrera delictiva pero si que se produzca una disminución muy significativa tanto en la frecuencia como en la gravedad de los delitos que se llevan a cabo. Esto es una nueva forma en la que la sociedad debería de contemplar este proceso de reingreso, no solamente pensando que uno va a abandonar radicalmente una carrera delictiva. Hay que apreciarlo como una idea de proceso que va dando pasos positivos, que es beneficioso y también dándose cuenta de que eso se puede producir. A veces los hechos delictivos leves puede considerarse en cierto sentido hasta como un éxito si estamos hablando de una persona que ha seguido una trayectoria criminal de alta intensidad, mientras que esto suele verse como un fracaso. Esto uno de los temas que vamos a debatir, sus ventajas y sus inconvenientes.

-A pesar de que la gente tiene la imagen de que la justicia en España es blanda, es uno de los países con más presos, pese al nivel bajo de delincuencia. ¿A qué se debe esto?

-Ahora un poco menos porque con la crisis ha bajado el número de presos. En los últimos tres años ha habido un descenso en el número de personas privadas de libertad pero aún así en España se da esa paradoja y es que tiene unas tasas de criminalidad por debajo de las tasas de la media europea, sobre todo en delitos graves, y aún así tenemos una tasa de personas privadas de libertad a la cabeza de Europa.

-En esta nueva reforma se establece la supresión de faltas y creación de nuevos delitos leves ¿Favorece esto a que se incremente la población reclusa?

-Efectivamente. El derecho penal tradicionalmente establecía tres tipos de delito, que se conversa pero uno de ellos eran las faltas que eran delitos muy leves. Lo que ocurre con esta reforma es que las faltas desaparecen, hay algunas que dejan de ser delitos, pero la mayor parte de las faltas se convierten en figuras que tienen sanciones más elevadas de lo que tenían hasta ahora. Con lo cual se produce un aumento de lo que se llama firmeza frente al delito. Yo lo he criticado mucho porque realmente cuestiones como la reforma de las prisiones o la parte relativa a la prisión permanente revisable, siendo muy importante como es, pero en el fondo hace que nos centremos demasiado en esas cuestiones tan llamativas que tienen una aplicación ilimitada y dejamos de lado otras partes de la reforma y no solo de esta, sino de todas las reformas de las que ha sido objeto el Código Penal, como la del 1995, que tiene una aplicación que afecta mucho más a la vida cotidiana.

-Otro de los aspectos que se tratan es la prevención de la delincuencia. ¿Cuál son las armas que se utilizan para ello?

-Se va a hablar de prevención de manera tangencial. Va a hablar de la prevención en el sentido de si el recurso a las penas privativas de libertad es una forma prometedora de prevenir la delincuencia. Las pruebas empíricas sugieren que un aumento de la punitividad no es claro que reduzca las tasas de criminalidad. No quiero decir que las penas de prisión no tengan efectos preventivos, que si que lo tienen. Otra cosa es que si una especial dureza aumenta el efecto preventivo, eso es lo que parece que no es así.