El presidente del Consorcio de Residuos, Aurelio Tomás, entiende que la denuncia presentada contra la Diputación por el riego del vertedero con el agua sobrante de la basura (líquido lixiviado) es "improcedente y teledirigida, dado que esta institución es una más" de las que forman el órgano, 21 entidades locales entre ellas los ayuntamientos de Zamora, Benavente y Toro. Tomás asegura que los técnicos y responsables de la gestión del Centro de Tratamiento, al contrario que la Asociación de Vecinos de Carrascal, "entienden que se están cumpliendo todas las condiciones fijadas en la licencia medioambiental, por lo que el riego puntual con lixiviados no incumple ninguna normativa ni supone riesgo alguno de contaminación", puesto que toda la zona está impermeabilizada y el líquido vuelve a la balsa para su correcta depuración. El riego con este agua "evita que se produzcan incendios en los residuos, impide que el viento traslade la parte superficial del vertido al estar seca" y ayuda a la fermentación de la basura de cara a su adecuado tratamiento "que requiere cierto grado de humedad".