El vicario general, José Francisco Matías Sampedro, el delegado de liturgia, Narciso Lorenzo, el capellán del Clínico, José María Casado, el anterior y el actual del Hospital, Alberto Segovia y Volusiano Calzada, además de un grupo de monjas que cuidan enfermos en el antiguo centro de la Diputación se dieron cita a mediodía de ayer en la capilla provisional instalada en el recinto sanitario para la atención espiritual de los pacientes, dado que la anterior ha sido derribada.

Sin embargo nadie había avisado a la gerencia del centro de que se iba a proceder a la bendición de las instalaciones, paso necesario para que empiecen a funcionar como recinto religioso y los responsables sanitarios echaron literalmente de las instalaciones tanto al fotógrafo de este diario como a los congregados para la bendición.

La Junta argumenta que la capilla es suya y nadie avisó de que se iba a celebrar el acto. Fuentes religiosas se defienden diciendo que desconocían que hubiera que hacer ese trámite para bendecir, que no inaugurar las instalaciones, paso previo a su uso religioso. "Es si como para decir misa tenemos que pedir permiso al gerente".