El Centro Campantón organiza mañana el simposio "Llegada, duración y prominencia de los judíos de Zamora", tercer congreso sobre la huella sefardí que se realiza en la ciudad -esta vez bajo el paraguas de la UNED- y que cuenta con casi un centenar de inscritos. El organizador, Jesús Jambrina, analiza los contenidos y habla de dos asuntos interesantes: la posibilidad de ubicar un museo con esta temática en la ciudad y la "necesidad" de realizar una campaña arqueológica para "verificar" lo que dice la historiografía. Esta noche, Jambrina y sus colaboradores reciben a Ángela Sanz-Briz, hija del conocido como "ángel de Budapest", para inaugurar una muestra sobre el papel de la diplomacia española en la II Guerra Mundial.

-Háblenos de la exposición del Centro Sefarad-Israel que se inaugura esta tarde en la UNED.

-Trata un área de la historia de España y de Iberoamérica que no es común en las aulas. Abre un espacio para la comprensión del tema judío dentro de un contexto más amplio en el siglo XX, más allá de la Edad Media. Se habla poco de la II Guerra Mundial, cuando los diplomáticos españoles fueron clave para salvar muchas vidas. Me llama la atención que multitud de personas no saben de esto. Cuando leen los textos, se dan cuenta del impacto que tuvo la diplomacia para el devenir de judíos, sefardíes y otras comunidades como los askenazí (europeos).

-Salvaron vidas aunque no tenían instrucciones de su Gobierno para hacerlo?

-Y arriesgaron su puesto como diplomáticos?

-¿También pusieron en riesgo sus vidas?

-Los nazis no respetaban muchas de las decisiones que tomaban otros gobiernos. En este caso, en efecto, los diplomáticos llegaron a temer por sus vidas.

-Ángel Sanz-Briz, uno de los protagonistas de la muestra, viene a decir que, en ocasiones, uno no puede ser indiferente?

-Es muy interesante cómo esa indiferencia que rechazó está conectada con un conocimiento de la historia de España y de lo que significaban los sefardíes para nuestro país. En todo momento se defendió a los sefardíes como españoles, esta fue la brecha que les permitió salvar a miles de personas. Siempre se habla de luces y sombras, todo el mundo conoce la posición de Franco en la II Guerra Mundial, pero al mismo tiempo incluso los alemanes se sorprendieron de cómo los diplomáticos se significaron sin que el Gobierno aceptara acoger a los sefardíes. Una contradicción que viene de la Edad Media: entre la tolerancia la sospecha, la bienvenida y la duda.

-¿Qué se puede hacer para dar a conocer casos tan poco difundidos hasta hace unos años como el del "ángel de Budapest"?

-Están reconocidos en Israel con el título de "Justo entre las naciones", ¿cabe un reconocimiento mayor? Sí que es cierto que es importante que se hable de estos ejemplos en los programas de Historia, en las escuelas? Uno se da cuenta de que no hay información sobre estos casos y, en la mejor de las situaciones, no existe un conocimiento profundo de lo que su labor significó para Europa y para el mundo. Estos hechos históricos no han sido priorizados por las historias oficiales.

-Está confirmada la presencia esta tarde en el Colegio Universitario de Ángela, una de las hijas de Ángel Sanz-Briz, ¿qué importancia le concede a este hecho?

-Será muy importante. Es una familia que siempre apoya los actos de homenaje que, en este caso, parte del Centro Sefarad-Israel de Madrid. Es una de las hijas de Sanz-Briz, una conexión muy directa, que seguramente escuchó muchas narraciones de labios de su padre.

-La exposición es la antesala de la jornada del viernes. ¿Por qué el interés del simposio en hablar sobre arqueología judía?

-Siempre hemos abordado el congreso desde un punto de vista interdisciplinar: desde la Historia, la música, la criptografía, las cruces conversas, la genealogía? No habíamos tocado la arqueología hasta la fecha y nos parecía que es el momento adecuado para abordarla porque existe un debate. Yo no soy arqueólogo, mi aportación procede del ámbito cultural. Es necesario que exista una intervención de este tipo en un sitio marcado por la documentación histórica o las transmisiones orales. Vamos a conversar un poco sobre ello y también me gustaría tratar las evidencias arqueológicas que existen. Por ejemplo, un sello es una prueba de Zamora aunque ya no esté aquí, también los libros impresos en esta tierra. Por otro lado, me gustaría explorar la idea de que Historia es más que arqueología.

-¿Por qué debería efectuarse una campaña arqueológica de este tipo en Zamora?

-Durante los otros dos congresos se ha fijado la importancia de Zamora dentro de Sefarad. La arqueología es parte de la labor del conocimiento histórico. En esta provincia se han priorizado muchas cosas, pero dada la repercusión de esta tierra para la comunidad judía antes y después de 1492, esto contribuiría a subrayar este papel preponderante y a darle a Zamora su justo reconocimiento.

-Frente a quienes sostienen que no hay evidencias materiales judías en esta tierra, ¿usted qué tiene que decir?

-Quizá haya personas que no consideren un certificado de matrimonio firmado en Zamora como evidencia. O los dos sellos hallados en el cementerio y en Toro, certificados por Fernández Duro y Cantera Burgos. Por no hablar de la edición del comentario al Pentateuco, el tercer libro que se imprimió en la imprenta hebrea de Zamora alrededor de 1490. Todas son evidencias convincentes, aunque ya no estén aquí.

-¿Qué opina de la intervención de los responsables del proyecto de Castrillo Mota de Judíos?

-Será nuestra conexión con un proyecto que también queremos presentarle a la Junta de Castilla y León sobre dos rutas más que tendrían su epicentro en Zamora. Una sobre la "expulsión", que comprendería las rutas hacia Portugal y que contaría con la colaboración de diversas localidades lusas. Otra, acerca de la cábala, el pensamiento judío, que partiría de la región francesa de Narbona y acabaría en nuestra ciudad.

-¿Cree que el nuevo Ayuntamiento seguirá colaborando con este tipo de proyectos?

-Espero que la nueva Corporación continúe con el apoyo a nuestro trabajo, que no es ideológico, sino cultural. Zamora se beneficiaría mucho de que esto prosiga. En este espacio, puede haber un punto de encuentro. Espero que el alcalde asista a la jornada sefardí de este año.

-La exposición del Colegio Universitario habla de los pasaportes extendidos a sefardíes para salvar su vida. ¿Qué opina de la nueva ley española que permite conceder el visado a los judíos de pasado español?

-La ley aprobada hace un mes le da vigencia a la exposición. Personalmente, pienso que es el cierre de un círculo. No creo que tenga que ver con la cantidad de sefardíes que se puedan mudar a España, tampoco con las inversiones que puedan venir de fuera? Sino con una profunda identidad judía española en el siglo XXI, la era de la diversidad, de las mezclas, de las diferencias de todo tipo. Ha sido muy importante que España haya cerrado un círculo con su pasado después de mucho tiempo tratando de normalizar las relaciones con las comunidades sefardíes. Esta conexión con España y Portugal estrecha los lazos históricos.