La diócesis de Zamora no ha querido perderse la celebración del V Centenario del nacimiento de santa Teresa, protagonista este año de las Edades del Hombre que ya pueden visitarse en Ávila y Alba de Tormes. Mientras la provincia espera el veredicto que puede traer la muestra a Toro el próximo año, cuatro piezas de la provincia se han sumado a la edición de 2015 que se centra, de forma monográfica, en la vida de santa Teresa de Jesús.

José Ángel Rivera de las Heras, delegado diocesano de patrimonio, las presentó a los medios acompañado por Pilar Alonso, jefa del servicio territorial de Cultura en Zamora y por José María Vicente, del departamento de comunicación de la Fundación Edades del Hombre, que destacaron la importancia de la muestra de arte sacro, la más importante de España, y el compromiso de la provincia y la región con ella.

En total, la representación zamorana consta de cuatro obras pertenecientes a la diócesis, una de ellas de la iglesia de San Juan Bautista de Almeida de Sayago y tres que se encuentran en la actualidad en el convento de San José de Toro, "centro neurálgico del arte carmelitano en la provincia", en palabras de Rivera de las Heras.

La primera de las obras, que habitualmente se encuentra en el altar de la iglesia almeidense, es un óleo del artista barroco Juan Carreño de Miranda que ya fue expuesto y restaurado para la edición de las Edades en Zamora 2001 y tiene un "gran valor artístico", según Rivera de las Heras. La pieza, que fue donada al templo por un noble de la corte oriundo de la localidad zamorana, se puede visitar en el convento de Nuestra Señora de Gracia de Ávila.

El resto de las piezas son parte del patrimonio que se conserva en el convento de San José de Toro que, aunque no fue fundado por la santa -que tenía intención de hacerlo y no pudo, como se refleja en sus cartas-, aúna los objetos adquiridos por el convento carmelita así como los que se encontraban en el monasterio masculino de la orden en la localidad, actualmente desaparecido. Se trata de un grabado hecho en Amberes en el siglo XVII sobre la vida de la Santa que pertenece a una de las dos colecciones conservadas en Toro, así como un ejemplar de las cartas de la abulense con notas manuscritas de Juan de Palafox. La representación de Toro se cierra con una de las piezas más importantes que se conservan en el convento, un cuadro anónimo del siglo XVIII en el que aparece santa Teresa enseñando a miembros de distintas órdenes eclesiásticas. Los miles de visitantes que pasarán por la exposición hasta noviembre disfrutarán, así de un pedacito del patrimonio sacro zamorano, que conserva la huella de la santa.