"Los sacrificaba a tiros porque siempre se hizo así". Con esta frase, un octogenario, cuyas iniciales corresponden a C. N. F., declaró ayer en el Juzgado de lo Penal de Zamora como imputado por un delito de maltrato de animales domésticos por el que se enfrenta a 9 meses de cárcel. El hombre fue acusado de estos hechos después de que un particular denunciara ante la asociación Defensa Animal Zamora que en una finca de la carretera Villalpando se estaban sacrificando animales. Las investigaciones llevaron a la Guardia Civil a acceder al interior de la finca, donde se halló una fosa común con restos de hasta siete perros, como destaca el escrito de acusación del Ministerio Fiscal.

El acusado no negó los hechos por los que se le acusa e incluso destacó que llevaba a cabo estas prácticas "porque así los animales sufrían menos". No obstante, el hombre destacó que sacrificaba a los animales" por enfermedad" y no, como sostiene la acusación, cuando éstos no valían para la caza. Igualmente, el octogenario aseguró que los animales estaban en perfectas condiciones y que tenían las cartillas de vacunación en regla.

Una declaración que contradijo al testimonio de la presidenta de la asociación Defensa Animal Zamora, que fueron los encargados de cuidar a los animales durante los tres meses que la finca estuvo precintada. Como relató la presidenta, cuando accedieron al lugar se encontraron perros "extremadamente delgados y todos tenían miedo a las personas". Igualmente declaró que dos de ellos, estaban al borde de la muerte y tuvieron que ser trasladados a una clínica veterinaria sin que se pudiera hacer nada por uno de ellos. Y es que en la finca de la carretera de Villalpando no solo había 17 perros, sino que los miembros de la asociación se encontraron 25 burros, gallinas, codornices, perdices y hurones. Animales, que como destacó la presidenta de la asociación animalista, también se encontraban en mal estado ya que estaban en jaulas muy pequeñas y "llenas de excrementos".

Rompió el precinto

Durante los cerca de tres meses que la finca estuvo precintada y mientras los miembros de la asociación se encargaron, a instancias del juez, del cuidado de los animales en reiteradas ocasiones el acusado rompió el precinto judicial, como declaró la presidenta de la asociación. La testigo aseguró que la persona que puso en conocimiento estos hechos a la asociación habló de que se habían podido llegar a sacrificar entre "15 y 30 perros".

El letrado de la asociación pide para el acusado 3 años y 4 meses de prisión así como la inhabilitación para la cría de animales y el porte de armas durante diez años.

El testigo que denunció los hechos ante Defensa Animal Zamora y trabajador del acusado durante cerca de dos años aseguró que "los perros que no vendía los mataba" y explicó que puso los hechos en conocimiento de la asociación porque "estaba cansado de que me acusara de robarle".

La defensa del acusado, que solicitó la libre absolución del imputado, basó su alegato en que "hay que precisar y determinar el año en que ocurrieron los hechos". El letrado se posicionó en este sentido por el cambio del código penal en el que se contemplaba el enseñamiento. En ese mismo sentido, el abogado alegó que la fecha en que se sacrificaron los perros es determinante para saber la ley de sanidad que estaba vigente por lo que no sería delito o simplemente una infracción administrativa.