Mónica Dixon, pintora americana afincada en España, expone hasta el día 21 de mayo en la galería Espacio 36.

-Se trata de pinturas donde está muy presente la arquitectura tradicional norteamericana. Pero, sus interiores, son más minimalistas.

-La casa como mera construcción es el eje. Soy estadounidense, por lo que parto de mi memoria para pintar. Es una manera de reflejar la "morriña" por mi país, con las grandes extensiones similares a las que hay en la zona de Nueva Jersey y Pensylvania, aunque realmente no existen y son imágenes inventadas. En los cuadros de interiores tiendo más hacia la geometría y la luz, que es la base de mi obra. Ambas son extensiones metafísicas que juegan con la realidad y la irrealidad y que expresan parte de mi personalidad.

-A primera vista, el estilo puede recordar a otros artistas americanos como Hopper. ¿Cuáles son sus referentes?

-La gente lo dice porque es uno de los más conocidos. Él pintó arquitecturas americanas, pero solía introducir algunas figuras y yo no lo hago, sus cuadros no suelen ser tan "minimalistas" o dar tanta sensación de soledad. Otros me han dicho que mis lienzos le recuerdan a la película "Nebraska". Cualquier sitio del campo de EEUU es así en realidad. En la Universidad tenía más referentes que ahora, que me reinvento a mí misma.

-Sus obras exhalan tranquilidad y silencio. ¿Es lo que quiere expresar?

-Puede que sí. Soy un poco solitaria e introvertida, sobre todo lo era de pequeña, y eso al final sale y se refleja en tus cuadros.

-También tiene una serie de cuadros en mitad del espacio.

-Es darle una vuelta de tuerca. La colección se llama "Nuestro planeta es nuestro hogar" para recordar que hay que cuidar nuestro planeta porque en realidad estamos flotando en la galaxia. Es una metáfora para reivindicar y concienciar sobre el ecologismo.

-¿Es muy diferente el concepto de artista en EEUU y en España?

-No lo creo. Mundialmente los artistas somos iguales. Hay que pelear y trabajar mucho porque este mundo no es fácil. Nuestra incertidumbre no es fácil pero los objetivos se consiguen. La globalización es una ventaja e internet ayuda a abrirse al mundo y estar más cerca, aunque lo importante es ver la obra en persona, el fin último de todo.

-¿Y la manera de percibirlo?

-A quien le gusta, le gustará lo mismo en Hong-Kong que en un pueblo perdido. La pasión y la sensibilidad son independientes de la edad y del lugar, son sentimientos que el ser humano necesita para continuar adelante. El arte es necesario para ayudarte en tu vida y evadirte y eso es mundial.