A las doce del mediodía entrará en servicio la autovía Zamora-Benavente. Los 49 kilómetros del tramo completan por fin los 915 de longitud total de la Ruta de la Plata, que une Gijón y Sevilla. Los vehículos podrán ya circular "por un eje viario fundamental para la vertebración del occidente español", apunta el Ministerio de Fomento.

Las obras de la autovía se iniciaron el 8 de agosto del año 2013 con un presupuesto de 179 millones de euros. Sin embargo el contrato de concesión de obra pública incluye la construcción de la autovía y su posterior conservación y explotación por parte de la concesionaria durante un periodo de tres décadas. Esto eleva el coste total a los 998 millones de euros, una cantidad inferior a los 1.356 por los que salió a licitación. El Estado tendrá que pagar anualmente un canon a la empresa siempre que la vía se mantenga en perfecto estado para la circulación.

Así, hoy se pondrá fin a un proceso que se demora desde 1990. Hace un cuarto de siglo se encargó la redacción del estudio informativo del tramo, un trabajo que concluiría seis años después. Sin embargo, en el 2000 Fomento acordó redactar de nuevo el mismo estudio. La razón: que el primer estudio se hizo de acuerdo a unas normas técnicas que cambiaron en esa década. El estudio fue finalmente adjudicado en verano de 2002. Dos años después se sometía a información pública y en 2007 se formula la declaración de impacto ambiental. En 2008 se adjudica el proyecto y posteriormente hubo que modificar el trazado para que afectara lo menos posible a la obra del AVE, lo que obligó a un nuevo trámite de impacto ambiental que no fue aprobado hasta abril de 2010.

No acabaron aquí los problemas. La crisis económica da un giro a los planes del Gobierno en materia de infraestructuras. De hecho, alguna de las medidas que aprobó Zapatero en el recordado mayo de 2010 -bajada de sueldo a los funcionarios o congelación de las pensiones, entre otras- afectaban directamente a Fomento. Las obras se paraban. Una nueva piedra en el camino. Aquí aparece la figura del entonces ministro José Blanco, que se saca de la manga la colaboración público-privadapara salvar algunas infraestructuras pendientes, entre ellas la que hoy se inaugura. Sin embargo, esta solución tiene un elevado coste económico. El tramo que discurre entre Zamora y Benavente, valorado en 267 millones euros, sale a licitación por más de 1.350.

Tras el cambio de Gobierno de 2011, cruce de acusaciones entre socialistas y populares sobre quien tiene la responsabilidad de la parálisis del proyecto. La ministra Ana Pastor aparece ante la prensa en 2012 y asegura que "priorizará" la Zamora-Benavente. Fomento adjudica la obra en marzo de ese mismo año y firma el contrato antes de acabar el ejercicio con Cintra y Acciona. Las obras, que iban a empezar en junio de 2013, sufren una última demora hasta el 8 de agosto de ese año, el mismo 8 de agosto del que habla Fomento en el anuncio de apertura que emitió ayer.