El encargo de una editorial hizo que Javier Alfaya (Bayona, Pontevedra. 1939) escribiera sobre las torturas que los españoles sufrieron en Mauthausen. Alfaya viajó a París donde conoció a Ricardo Rico, quien le ofreció su experiencia: "Tiene que leer lo que he escrito".

-¿Por qué publicó el manuscrito de Ricardo Rico?

-Corrían los años sesenta cuando me planteé escribir algo acerca de los españoles que sobrevivieron a los horrores de los campos nazis. Viajé a París, porque sabía que muchos de los represaliados vivían allí y pasé una semana con ellos. De todos ellos, recuerdo que Ricardo Rico era el mejor. Tenía un acuerdo con una editorial para publicar su relato, pero cuando regresé a España el ministro Fraga ya se la había cargado.

-¿Por qué dice que fue el mejor?

-Allí en París me invitaron a comer en casa de una persona y acudió Rico. Me dijo que tenía que leer una cosa suya. Todos los españoles eran buenos, pero este es el único que escribió algo sobre su experiencia.

-¿Le emocionó?

-Claro que me emocionó. Busqué la forma de acabar publicando aquello y escribí treinta páginas que encajaban con lo que me había pedido el suplemento de Cuadernos para el Diálogo. Se trataba de una publicación que tiraba un poco a la izquierda a pesar de sus orígenes cercanos al franquismo.

-Debió de ser de los primeros relatos de los propios supervivientes de Mauthausen...

-Fue de los primeros, pero hubo alguno antes. En Cataluña se formó una organización clandestina de veteranos y uno de ellos llegó a escribir un libro.

-Setenta años después de la liberación del campo de los españoles, ¿qué reflexión se le ocurre?

-Que en España no se quiere hablar de cosas del pasado. Y con esto se consigue que los jóvenes no se enteren de nada. Deben saber que este país tuvo un dictador sangriento que mató a mucha gente y que atrasó a esta nación. En otros estados como Francia han llegado a homenajear la II República y el papel de los resistentes.

-¿Cree que hay un acto de reconocimiento aún pendiente?

-Estuvo a punto de hacerse, pero coincidió con los asesinatos ejecutados por los árabes y dudo que se vuelva a plantear. Creo que en España tenemos un problema muy grande porque en la televisión y en la radio no se habla del pasado franquista y la gente no sabe qué fue aquello.

-¿No se habla de esto en las universidades?

-Yo he ido a la universidad a hablar de la Guerra Civil y de las difíciles décadas de los cuarenta, los cincuenta, los sesenta... Pero aquí en Madrid todos los periódicos son de derechas y cuando comentas que hay que contar el pasado, te dicen que esas cosas "hay que dejarlas". Es como si en Alemania se hablara de los nazis.