El blindaje en materia de seguridad que registró Zamora durante la madrugada del Viernes Santo hizo que, nuevamente, la noche más larga del año se saldara sin incidentes de consideración. La jornada se desarrolló de manera óptima gracias a la coordinación entre los cuerpos de Policía y Guardia Civil y apenas hubo que lamentar la cara menos amable de esta velada, que fue el aspecto de campo de batalla que presentaba el parque de San Martín durante la mañana del viernes tras el multitudinario botellón de Jueves Santo. Miles de jóvenes que acudieron al entorno a beber dejaron un inmenso rastro de basura fruto, a partes iguales, del incivismo y de la ausencia de contenedores para abarcar todos los desechos generados.

El operativo especial de Semana Santa elaborado por la Subdelegación del Gobierno dio sus frutos durante los días grandes de Pasión zamorana. La administración había previsto intensificar la seguridad entre Miércoles y Viernes Santo para evitar accidentes desgraciados en las carreteras derivados del exceso de alcohol en los conductores. Por ello, y especialmente durante la noche de Jueves Santo, la capital se convirtió en un búnker con estrictos controles tanto a la entrada como a la salida de la ciudad. Unos trabajos realizados por la Guardia Civil que incluían comprobación de existencia de drogas y alcohol en el cuerpo.

La Policía Nacional ha trabajado también a pleno rendimiento para evitar incidentes desafortunados para ciudadanos y turistas. La plantilla en pleno, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, ha blindado la ciudad a lo largo de estos días de Semana Santa, incluido hoy, que es cuando termina el operativo especial. En concreto, los 135 agentes del Cuerpo Nacional de Policía han participado en este despliegue con el objetivo de prevenir hechos delictivos o, en su caso, reducirlos al máximo. Un incremento de la seguridad que ha estado vigente desde el pasado día 26 de marzo, coincidiendo con el traslado del Nazareno de San Frontis.

El comercio, que vive durante la Pasión una de las épocas más lucidas de todo el año, ha estado especialmente vigilado por parte de la Policía Nacional y tampoco ha habido que lamentar ningún tipo de robo u otro delito. Una buena noticia dados los últimos episodios registrados en diferentes comercios y establecimientos hosteleros en los días previos a la Semana Santa y que pusieron el punto de mira sobre estas fechas.

En lo que respecta al mantenimiento de las calles, como en años anteriores, los equipos de limpieza han trabajado de manera ininterrumpida durante las procesiones para dejar la ciudad en el mejor estado posible. La mayor afluencia de gente durante los días de Pasión no ha incrementado demasiado, no obstante, la cantidad de residuos generados, al tener que restar a la recogida normal la basura que generan los comercios y negocios que durante esta semana cierran más de lo que lo hacen habitualmente.