Faltan pocos minutos para las diez de la mañana y en el patio del colegio Amor de Dios de Pinilla hay más movimiento que de costumbre a estas horas. Los artilugios están perfectamente distribuidos y los alumnos, preparados. El objetivo, realizar una observación como Dios manda del eclipse de sol. Un acontecimiento que algunos ven por primera vez y que no volverán a disfrutar hasta que sean adultos, dentro de once años. Concretamente, el 12 de agosto de 2026. Una razón más que suficiente para que nadie se pierda el evento. Ese acontecimiento que desde el Club del Astrónomo del colegio Santísima Trinidad llevan esperando con fervor durante las últimas semanas.

El reloj marca las diez de la mañana y la luna se coloca, poco a poco, en esa posición estratégica entre el sol y la Tierra. Su sombra se reflejará en el planeta y eso provocará el deseado eclipse. Los alumnos de Educación Infantil, Primaria y Secundaria del Amor de Dios de Pinilla se colocan en sus puestos. El Club del Astrónomo del colegio, con la ayuda de personal y material cualificado de la Agrupación Zamorana de Astronomía, comienza la observación. Para la ocasión cuentan con gafas de protección solar homologada y dos telescopios con filtro solar homologado. Además, cada alumno que así lo ha deseado ha participado en la fabricación personal de "cámaras oscuras" para la proyección del eclipse en superficies opacas.

Son las diez pasadas y la observación continúa en el patio del colegio Santísima Trinidad de la capital. En este momento, el eclipse está en el cénit y los más pequeños disfrutan de diferentes experimentos aprovechando el acontecimiento astronómico. Realizan proyecciones de las sombras brindadas por este extraordinario evento utilizando cartulinas y bolas de cristal. Pero no es necesario ningún tipo de material para aprovechar el eclipse; tan solo basta con la imaginación. Por ello, varios alumnos se divierten con la proyección del fenómeno sobre el suelo y las paredes de la recepción del centro educativo.

La manecilla consume la circunferencia y se aproxima al número once al mismo tiempo que la luna avanza en su camino y el eclipse se diluye. Los alumnos del Amor de Dios finalizan la observación de un acontecimiento histórico. El colegio vuelve a la normalidad, pero los alumnos se citan dentro de once años para repetir experiencia. La próxima, en 2026.

Fotos de los lectores

Foto de @Aquelarre84 (vía Twitter)

Foto de Javier Domínguez