Hasta 108 clases llegó a perder en un mes, en junio de 2011, faltas de asistencia que se sumaron a otras muchas habidas en los años anterior y posterior, tantas que el instituto Los Sauces de Benavente terminó por informar a la Fiscalía de Menores, al no conseguir un compromiso de los padres para reconducir la situación.

La justificación de la madre, con quien vivía el menor tras la separación del matrimonio, fue que acababa de tener otro hijo, en un parto "con cesárea complicada", y que el niño "tenía que hacerse cargo del bebé", explicó la fiscal, que exige cinco meses de prisión para cada uno de los progenitores. Finalmente, se presentó una querella por absentismo escolar, delito que se viene persiguiendo para que los padres cumplan con el deber de dar formación académica a los hijos hasta los 16 años.

La magistrada del Juzgado de lo Penal no pudo escuchar ayer a los padres ni al menor de edad, que ahora tiene 17 años y está ya exento de acudir al instituto, porque no comparecieron en el juicio. Sus abogados adujeron las "circunstancias económicas y familiares delicadas de la familia" para explicar las ausencias del alumno a las clases. Los intentos de la dirección del centro y del departamento de orientación escolar, que "citó" a los padres pero "no acudieron", les "telefoneaban y el teléfono no estaba disponible", cayeron en saco roto. No reaccionaron "a pesar de que se les informó del elevado absentismo", indicó la fiscal.

El abogado de la madre aludió a los "dolores de cabeza y el malestar físico" que padeció el niño el poco tiempo que fue al instituto. Aunque se entregaron justificantes médicos para argumentar las ausencias del niño, la fiscal precisó que el número que se citaba en los informes del centro escolar "superaban" aquellas. El letrado, en base a estas consideraciones, pidió la absolución, al igual que el letrado del padre, que recuerda que la responsable era la madre porque tiene la custodia.