"El río que suena, reflejo del tiempo" es el título del trabajo documental elaborado por Inés Toharia e Isaac G. Llompart que hace ahora una semana emocionó al centenar de personas que acudieron al Museo Etnográfico de Castilla y León para rendir homenaje a un sabio, el zamorano Joaquín Díaz. Hora y media de imágenes, música y testimonios sobre la vasta trayectoria del etnógrafo cuya fundación preside ahora en Urueña (Valladolid), tras cumplir medio siglo desde que comenzara a deslumbrar en los escenarios de todo el mundo, tras una actuación con su grupo universitario en televisión en el año 1964. Ahora, el audiovisual será presentado por sus creadores en distintos festivales y, en último término, comercializado para que "toda la gente que quiere a Joaquín, desde Europa a América Latina, pueda acceder a él".

El trabajo fue estrenado en Valladolid, cuya Diputación concedió el pasado año la medalla de oro al etnógrafo zamorano. En Zamora, sorprendió la cantidad de testimonios de personas de diferentes partes del mundo que describen una trayectoria tan importante como desconocida por los zamoranos. "Nos dábamos cuenta de que Joaquín había hecho una barbaridad de cosas, pero solo conocemos trocitos. Nos pusimos a investigar, y encontramos hallazgos importantes que dan mucha importancia a lo que vino después", explica Inés Toharia. "Nos interesaba poder reflejar parte de esa trayectoria y quien podía explicar lo que Joaquín ha hecho y sigue haciendo", añade la coautora.

Ante las cámaras, los elogios se van encadenando en las voces de artistas que no necesitan presentación: Paco Ibáñez, Amancio Prada, Martirio, Marina Rosell, Kepa Junkera, Candeal, Luis Delgado? Una larga lista de personas que hablan del calado del trabajo de Joaquín, primero como cantante en diez años mágicos que quedan ya para el recuerdo. "Decidí dejar de subirme a los escenarios hace cuarenta años y jamás me he arrepentido", revelaba el propio etnógrafo en las páginas de este diario hace solo una semana. Desde los setenta, Díaz se consagró al trabajo de recopilador que aparece reflejado en las imágenes. En ocasiones, sentado en un corral de una casa de pueblo, para escuchar el testimonio oral de los moradores del mundo rural: canciones que el etnógrafo plasmaría para siempre en decenas de discos que, en este caso, no han dejado de sucederse.

¿Por qué ese "río que suena" para encabezar el documental? "El título sale de un texto de Joaquín, comparaba la tradición con un río. Va pasando, coge algunas cosas, hay diferentes estratos en el fondo y en la superficie", explica Toharia, en relación a una de las producciones literarias de Joaquín.

Testimonios, recortes de periódico, música? e imágenes de los paisajes que describen la trayectoria de Joaquín Díaz: su Castilla, Zamora, Valladolid, Urueña? Panorámicas de una tierra conocida, alejada de la vegetación y de las montañas, en una llanura que el recopilador ha caminado para hablar con sus gentes y rescatar los testimonios de muchos vecinos que ya dejaron este mundo. "Si hiciera ese trabajo ahora, preguntaría a aquellas personas por qué decidieron cantarme esas canciones y no otras, me preocuparía más por conocerlos que por grabar estos temas", reconoce el etnógrafo.

Una tarea ya imposible. En la Fundación Joaquín Díaz de Urueña están registrados y archivados todos aquellos trabajos de campo junto a un vasto conjunto de materiales que, a los oídos de los artistas de ahora, se convierten en oro. "Cuando estábamos montando las imágenes nos emocionamos, pero también la gente cuando lo estaba viendo. Hay algo muy bonito en su trayectoria y todos los que intervienen hablan de la bondad de Joaquín, un sabio generoso con los demás", destaca Toharia. La Fundación es ejemplo de esa voluntad de su responsable de compartir lo aprendido con todas aquellas personas que desean dar continuidad a un trabajo necesario. Sobre todo ahora, que "estamos distraídos en otras cosas y no hacemos caso al pasado", reconoce Joaquín.

Así discurre ese río que suena, que va cogiendo cosas por el camino y dejando otras. Aguas que bañarán distintos festivales, según es voluntad de sus creadores. "Estamos dando los pasos lógicos. Después de la presentación lo vamos a enviar a distintos festivales y lo que finalmente queremos es que se vea", reconoce Isaac G. Llompart, coautor de este trabajo. "Vamos a ver si hay interés de distribuidoras para comercializarlo y que, finalmente, todos puedan acceder a este trabajo porque se le quiere en todos los lados, Europa y América latina", añade Inés Toharia.