M. A.F. tiene 45 años, una mujer y dos hijas de 21 y 18. Los cuatro subsisten en Zamora gracias a lo que se llama "economía sumergida". Lo que para algunos es un terrible delito, para ellos se ha convertido en la única forma de salir adelante a fin de mes. "¿Cómo me voy a dar de alta como autónomo si me sale colocar unos suelos y gano cien euros por tres días? Y ojalá me salieran más trabajos así", asegura entre rabia e indignación. La situación de este zamorano no es un oasis dentro del desierto. De hecho, todo lo contrario. Según el último informe de la Asociación de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), Zamora es la segunda provincia de España con una mayor tasa de economía sumergida. Concretamente, el 31,3 del Producto Interior Bruto. En cifras: más de mil millones de euros. En adjetivos: un "mal endémico", según la administración.

Hace un lustro que el único ingreso de M. A. F. son los 250 euros que cobra en una empresa para la que trabaja exclusivamente las noches de los fines de semana y festivos. Antes fue auxiliar administrativo y más tarde decidió formar una pequeña sociedad de construcción con un amigo. "Solo vivimos bien durante dos años, hasta que estalló la crisis. Se ganaba mucho dinero, pero invertimos en maquinaria que aún hoy estamos pagando, que tenemos en un garaje que nos prestan, y que nadie nos quiere comprar", relata. Como muchos zamoranos, a este ciudadano no le ha quedado más remedio que aceptar lo que le surja. Y hacerlo a espaldas de la administración. El informe de Gestha destaca a Zamora como una zona de "menor dinamismo económico" en la que muchos empleos tratan de escapar de las garras del fisco.

"Mis ingresos son inferiores a 500 euros mensuales y debería abonar de cuota de autónomo casi la mitad. Con el resto, he de pagar el alquiler de una habitación, facturas, comida y vivir. ¿Cómo lo hago?". El testimonio de L. P. H. es el de tantos jóvenes zamoranos abocados a aceptar un trabajo basura en condiciones cercanas a la esclavitud. Por su mente pasan muchas ideas, pero ninguna relacionada con el remordimiento ni con la estafa al Estado. "Me encantaría pagar mis impuestos, porque eso supondría que por fin habría encontrado un trabajo decente", explica esta zamorana con claros síntomas de enfado.

Los datos sobre la economía sumergida son relativos, aunque todos los estudios coinciden en que Zamora está siempre en los primeros puestos donde más dinero se defrauda de toda España. La economía sumergida de la provincia es actualmente el 31,1% del Producto Interior Bruto. La de España, entre el 18% y el 24%, según el informe al que se acuda. Esta volatilidad en las cifras pone de manifiesto la poca importancia que el Estado le ha dado al dinero negro hasta el momento: ningún Gobierno se ha implicado en hacer un estudio real sobre la problemática. Por esta razón, Gestha propone conocer la verdadera dimensión del fraude a través de estudios oficiales realizados por entidades independientes. "Serviría para llevar a cabo una lucha contra el fraude, poniendo el foco en las actividades que sí pueden aflorar del mercado negro".