"Personalmente estoy muy a gusto e identificado con cada gesto del papa Francisco", afirmó ayer en Zamora el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, quien acudió a las XIII Jornadas Diocesanas que se desarrollan en el Seminario San Atilano para hablar de la situación de la familia en la sociedad española. Blázquez citó el detalle del santo padre cuando, recién nombrado, "bajó del coche, se acercó a una persona con la cara desfigurada y lo abrazó", una situación que el arzobispo de Valladolid asemeja al abrazo de san Francisco de Asís a los leprosos. También "está bien" el gesto que Francisco dispensó anteayer a un español transexual, a ojos Blázquez.

Aunque no dudó en responder algunos asuntos espinosos, Ricardo Blázquez eludió pronunciarse sobre los hipotéticos cambios políticos que se avecinan en el país, porque "eso ya no es competencia mía", aseveró. En cambio, estima que las relaciones actuales con el Gobierno "son correctas", con el único frente abierto de la reforma educativa en cuanto al tiempo de docencia. "La religión tiene dos unidades de tiempo y el Gobierno deja una de ellas en manos de las comunidades. En Castilla y León, hemos pasado de dos a una y media", opinó.

Sobre el tema que trató ante los cientos de zamoranos que acudieron al Seminario San Atilano, Ricardo Blázquez apuntó que los problemas de la familia "los estamos viendo todos los días". El presidente episcopal aseveró que, por un lado, "de la familia decimos que es insustituible, fundamental para la vida de los esposos, de los hijos y del entorno. Pero al mismo tiempo, está padeciendo unas incertidumbres que nos dejan perplejos". Para Blázquez, "una de ellas es el número tan alto de divorcios, además, que tienen lugar pronto después de contraído el matrimonio, con el sufrimiento que conlleva".