Los jóvenes zamoranos tienen la emancipación más accesible que sus homólogos en el resto de provincias de Castilla y León, aunque la independencia continúa siendo una odisea al alcance de muy pocos. El sueldo mínimo que tendría que tener una persona de entre 16 y 29 años para acceder a una vivienda en Zamora es de 1.216 euros, muy por debajo de los 1.456 euros que se exige, de media, en la comunidad autónoma. Sin embargo, la falta de trabajo o, en caso de existir, la precariedad de sus condiciones, hacen que los zamoranos tengan prácticamente imposible abandonar la casa de sus padres y por ello tan solo dos de cada diez vive por cuenta propia.

La provincia de Zamora cuenta, actualmente, con 24.505 jóvenes de entre 16 y 29 años, de los cuales apenas 5.000 han conseguido ya construirse la vida por su cuenta. El informe elaborado por el Consejo de la Juventud Española indica que, a fecha de 2014 (cuando se recogieron los últimos datos), la independencia sigue siendo misión imposible para los zamoranos.

El documento sobre la emancipación juvenil en España detalla que el sueldo anual mínimo que debería tener un zamorano para comprar una vivienda es de 14.597 euros. Una cifra que, junto con la de Ávila, se coloca como la más baja de toda la región y pone una distancia de tres mil euros con la media registrada en Castilla y León, donde se exigen, como mínimo, unos ingresos de 17.584 euros al año.

Pese a que aún es difícil que los jóvenes de la provincia puedan independizarse, lo cierto es que el coste de emancipación se ha reducido en más de un cinco por ciento desde el año 2013. Aún así, el Consejo de la Juventud Española asegura se son solo dos de cada diez los zamoranos que han decidido dar el paso y alquilar o comprar una vivienda ajena al hogar de sus padres. Para ello, cada uno de ellos ha tenido que destinar el 40% de su sueldo pagar una hipoteca, teniendo en cuenta que el precio medio de una vivienda libre en la provincia es de 88.000 euros.

La solución que muchos de los zamoranos de entre 16 y 29 años plantean ante esta problemática es la opción de compartir piso. Desde el Consejo de la Juventud Española aseguran que tan solo el 15% de los hogares jóvenes tiene un solo inquilino. El 85% restante son viviendas en las que conviven, al menos, dos personas que buscan compartir gastos para poder permitirse la independencia familiar. Sin embargo, estos son los menos. Lo cierto es que el problema del paro juvenil afecta directamente a la emancipación, que lleva estancada en la provincia desde hace más de cinco años. La estadística se mitiga levemente a partir de los 29 años y no es hasta los 34 cuando por fin se dispara la "huida" de casa de los padres hacia una nueva vivienda independiente.