Diez años de cárcel por violación consumada, 19 de alejamiento de su víctima, nueve años de libertad vigilada cuando cumpla la condena y sendas penas de un año a mayores por amenazas y una agresión anterior. Es la petición del fiscal para un joven que obligó a la pareja con la que convivía en la calle Buscarruidos de la capital a mantener relaciones sexuales, pese a la oposición de la mujer.

Los hechos que se juzgaban ayer en la Audiencia Provincial se produjeron hacia las seis y media de la madrugada del 15 al 16 de junio del año pasado. La pareja había estado de fiesta y regresó a su domicilio cuando el hombre, A.R.C.F. le dijo su novia, A.M.A.M, que fueran juntos al dormitorio. La mujer se negó porque no quería hacer el amor y pretendía quedarse en el salón un rato más. El acusado le indicó que era suya y por tanto tenía que hacer lo que él le mandase y, ante la agresividad que mostraba, la chica, con quien tenía un niño de seis meses, entró en la habitación. El hombre le ordenó desnudarse, cosa que la chica hizo tras comprobar que la negativa a mantener relaciones sexuales no surtía éxito y ante el temor de que le rasgara la ropa. De hecho, el joven llegó a agarrarle de la cabeza, doblándole en cuello hasta que la barbilla pegó con el pecho, dando un chasquido, agresión que provocó lesiones en la mujer, y también le rasgó el sujetador, antes de que se hubiera desnudado del todo. Acto seguido, yació con ella en la cama y consumó el acto sexual.

Alterada, la chica llamó por la mañana a una amiga a quien relató lo sucedido y quien escuchó cómo el hombre en voz baja amenazaba de muerte a su pareja, por el lío que "había montado por nada". La amiga acudió a Comisaría donde relató la violación y otro suceso anterior, en 2011, cuando la joven quería quedarse en una discoteca de la carretera de Villalpando pero su pareja le obligó a irse a casa, mediante en expeditivo método de sacarla a empujones, que incluyó un golpe contra el automóvil antes de introducirla en su interior.

El acusado y su víctima se negaron a declarar, aunque sí lo hizo la amiga de esta y los policías que acudieron a la casa nada más presentarse la denuncia. La abogada defensora pidió la libre absolución porque solo existe como prueba la declaración de testigos de referencia, ya que los directos, los que en realidad valen, no han ratificado los hechos.