La publicación oficial del convenio suscrito entre la Diputación y 139 ayuntamientos de la provincia permite comprobar que la institución se encargará de la ejecución material del derribo de edificios en los pueblos cuando proceda además de llevar a cabo la larga tramitación de los expedientes oportunos. El servicio es gratuito para las instituciones municipales y el coste de la demolición -que lleva a cabo una empresa por encargo de la Diputación- debe ser asumido por los propietarios del bien.

En el último pleno celebrado, los diputados dieron el visto bueno a este convenio de manera unánime y el equipo de Gobierno provincial subrayó que se trata de una de las novedades introducidas por la reforma local que entró en vigor el pasado mes de enero. Según el documento publicado por el Boletín Oficial de la Provincia de ayer, figura entre las obligaciones que asume la Diputación la "realización material de la demolición del inmueble en el caso de una declaración de ruina que conlleve dicha medida y de la eliminación de construcciones, instalaciones y otros elementos en el caso de una orden de ejecución que así lo disponga".

Documento de costes

En este caso, la institución provincial elaborará "un documento de costes de la ejecución subsidiaria que comprenderá todos los gastos que se hayan ocasionado". Asimismo, la Diputación se encargará de "cualquier otra actuación material que fuera necesaria para la tramitación del procedimiento de declaración de ruina u orden de ejecución o del de ejecución subsidiaria".

Para que la tramitación se lleve a cabo, los 139 ayuntamientos que han suscrito el convenio se comprometen a iniciar los expedientes de declaración de ruina así como a enviar a la Diputación toda la información relativa al proceso. Desde la Diputación, el portavoz Aurelio Tomás ha reiterado la importancia del acuerdo, no solo por las complicaciones que genera la tramitación administrativa, sino también por la dificultad para decidir sobre bienes en situación de deterioro en los pueblos cuya titularidad corresponde a vecinos, es decir, personas conocidas en el término municipal.