"Me interesa lo que la gente tiene que contar y que se puede transportar a una novela o una película", explicó el escritor y director David Trueba a los alumnos de Bachillerato del IES Río Duero, Universidad Laboral, La Vaguada y poeta Claudio Rodríguez que asistieron ayer a la última de las sesiones de la XIII edición de los encuentros literarios promovidos por la Biblioteca Pública del Estado.

Este polifacético creador confesó al auditorio que quería "ser escritor desde muy joven", quizá entre otros factores por pasar cuatro años más junto a su madre tras asustarse el primer día de parvulario al decirle la profesora "¡el que faltaba!", pues es el pequeño de una saga de ocho hermanos, anécdota que, acompañada de un fallo del micro, provocó la risa entre algunos de los asistentes. Durante ese tiempo, que inicialmente iba a ser un día, "escuché mucho la radio, iba con mi madre al mercado y le contaba a mis hermanos todo lo que descubría". "La información me mantenía vivo", concretó al tiempo que defendió que "para escribir hay que ser curioso".

Sus primeros textos los escribió a mano para luego mecanografiarlos con una máquina que carecía de la tecla de la "t" y que le dio su padre, quien vendía estos utensilios a plazos entre las gentes que conocía y que contaban con escasos recursos. "Mi padre, que empezó vendiendo seguros de decesos, confiaba en ellos, pues sabían lo que costaba ganar el dinero", testimonió. El autor de "Saber perder", la novela que habían leído los jóvenes y que en febrero lanzará un nuevo título, se reafirmó como contrario a la estabilidad emocional y laboral. "En una relación te tienes que sentir libre al lado de una persona" e insistió a los muchachos en que "puedes enamorarte sin perder tus principios ni renunciar a tus valores" mientras que sobre empleo señaló: "En la vida hay que disfrutar para rendir". Además exhortó a los jóvenes a encaminar sus trayectorias hacia "un oficio en función de unos gustos personales, no de la situación económica o del gusto de los padres".

A preguntas de los estudiantes, uno de los cuales le leyó su opinión sobre "Saber perder", el periodista se reconoció como un lector anárquico que ha ido leyendo "en función de lo que me iban diciendo y recomendando". Tras citar títulos que le han marcado como "El gran Gatsby", "La ciudad y los perros", "Crimen y castigo" o el teatro y los cuentos de Chéjov, les recomendó "integrar las lecturas de una manera natural". Trueba aseveró que se alimenta "de comida, bebida, dvd´s y libros" y "en mi casa tengo un espacio para los títulos que compro y en diciembre cuando está lleno, los selecciono y entrego a algún colectivo o biblioteca".

El director también explicó el germen de su filme "Vivir es fácil con los ojos cerrados", seleccionado para representar a España en los Óscar y con el que logró seis Goyas, entre ellos mejor película y mejor director. "Unas vacaciones en Almería conocí la historia de profesor que quería lograr las letras de Los Beatles y sumé el hecho de que uno de mis hermanos se fue de casa porque quería tener el pelo largo, un símbolo entonces de rebeldía, con la intención de reflejar cómo una sociedad fue capaz de cambiar desde la base".

Su opinión sobre la falta de aprecio por el cine español fue del interés de un estudiante. "Nadie es profeta en su tierra. Es un arte fascinante, pero es más fácil seducir con lo lejano" e incluso le interpelaron sobre la dualidad de escritor y director de cine. "Llevo mucho tiempo de vida paralela lo que me hace preservar mi interés por mi oficio" y ahondó: "Cuando estoy haciendo una película quiero ponerme a escribir una novela y cuando estoy en mi soledad escribiendo quiero hacer otra película".