Una cabina telefónica desmantelada hace años convertirla en un punto de encuentro global para la creatividad. Esa es la propuesta que abandera la zamorana Greta Crespo con el proyecto Galería La Cabina, una iniciativa que pretende reutilizar este elemento arquitectónico en un espacio expositivo donde se muestren fotografías realizadas por personas de distintos lugares que tienen en común su inquietud por la imagen.

Esta arquitecta, especializada en gestión cultural e Historia del Arte, tiene muy cerca de su domicilio en la localidad cacereña de Hervás una cabina telefónica muy peculiar. "La realizaron en madera alumnos de la escuela taller. Está en desuso desde hace muchos años y muchos turistas se hacen fotografías con ella, de tal manera en distintas conversaciones planeaba la idea de hacer algo con esta estructura ahora vacía", explica la zamorana. El poso de charlas sobre la cabina animó a Greta Crespo a buscar un medio de financiación para cambiar el aprovechamiento del cubículo para uso artístico.

El proyecto cuenta con financiación mixta a través del micromecenazgo y el respaldo público. "Localicé una ayuda del Gobierno de Extremadura que consistía en que a través del micromecenazgo la aportación que realizaba el particular la administración regional la duplicaba", describe la arquitecta que subraya: "Tenía claro el proyecto y que tenía que ser un lugar para la fotografía". Así las cosas puso en marcha la búsqueda de fondos mediante financiación colectiva. "En quince días nos sobrepasó la reacción porque conseguimos el apoyo de más de 50 personas tanto de Hervás como de otros puntos de España". El proyecto Galería La Cabina también conlleva "una apuesta de microrregeneración urbana sobre un elemento público" y es un ámbito museístico de menos de un metro cuadrado expositivo.

Con la financiación lograda, hasta el próximo día 9 de diciembre el proyecto La Cabina vive la recepción de las fotografías sobre el otoño a través de Instagram, Twitter y Facebook. La persona que quiera remitir su imagen debe rellenar un breve formulario y etiquetar la imagen. "Queremos que la cabina acoja distintos otoños", señala la promotora de esta iniciativa que hasta el momento cuenta con 200 fotografías enviadas desde España, de Portugal, de Italia y de Brasil gracias a la intensa promoción efectuada por las redes sociales. "Además yo me he pasado horas y horas mandando email personalizados en los que explico el proyecto y en un encuentro de arte contemporáneo que hubo en Cáceres, centrado en el fotografía, explicamos el proyecto", desgrana Crespo quien ha puesto en marcha la página www.galerialacabina.com.

Una vez concluido el plazo de recepción, el equipo de comisarios, que encabeza la zamorana, seleccionará únicamente 20 imágenes a fin de exponerlas desde diciembre hasta enero una vez que hayan acondicionado y preparado la cabina, labor en la que invertirán parte de los fondos logrados. Además los autores seleccionados recibirán un libro-catálogo de esta exposición y sus obras serán parte de la edición limitada de la colección de imágenes que serán remitidas a los mecenas del proyecto La Cabina.

La acogida de esta primera edición ha motivado a la zamorana y su equipo a seguir trabajando para que "la cabina sea un espacio expositivo permanente". "Queremos que tenga una programación continúa como una sala más y que este elemento arquitectónico en desuso vuelva a llenarse de contenido gracias a los dispositivos modernos". Fotografía digital sin límites.