Los trabajos para finalizar la parte trasera del teatro Ramos Carrión serán algo más complejos y largos que las actuaciones previstas para la plaza. En ambos casos, los operarios tendrán que demoler una parte de la construcción actual, aunque en el caso del mirador al Duero, la operación es algo más delicada. El coste, de más de un millón de euros, da idea de la magnitud de las obras encaminadas a crear tres salas de congresos que podrán albergar a 400 personas.

El pasado mes de septiembre, la junta de gobierno de la Diputación aprobó el expediente relativo a la "Adecuación de la parte sur del Teatro Ramos Carrión, destinada a actividades culturales y centro de congresos" con un presupuesto de 1,2 millones de euros.

Según explicaron los responsables entonces, las actuaciones conducen a la obtención de tres salas de diferentes tamaños, que amplía el uso del teatro a la actividad de congresos. Un aspecto del que carece la ciudad, que vio cómo se frustraba la construcción del centro impulsado en la Universidad Laboral por la Junta de Castilla y León tras desaprovechar tres millones de euros.

En la plaza-mirador del Ramos Carrión las obras se llegaron a paralizar por mandato de la Comisión de Patrimonio, que veía un inconveniente en que la estructura de hormigón superara la cota de la muralla medieval, un aspecto que el nuevo proyecto corregirá.