Diez años se han cumplido en este 2014 desde el cierre del Banco de España en Zamora. Desde entonces y, a pesar de los usos potenciales e imaginarios otorgados al edificio, ha permanecido en el desuso más absoluto. Una vez decidida su conversión en futura sede de la Policía Municipal, casi un año ha sido necesario para cerrar el convenio con Segipsa para la cesión de la infraestructura y otro medio año más para sacar adelante el proceso de contratación del proyecto. Queda por delante la licitación de las obras y, en consecuencia, su ejecución. El tiempo apremia.

La adjudicación del proyecto para la conversión del Banco de España ha sido largo en el tiempo y salpicado de contratiempos. Casi medio año ha sido necesario para que el procedimiento -negociado y sin publicidad- llegara a buen puerto. Cinco fueron los arquitectos que optaban al proyecto: Javier Jambrina, Mario Carrera, Esteban Granados, Francisco Somoza y María Marta Botella. Problemas en la documentación llevaron a los técnicos a tumbar la propuesta de Jambrina, en contra de la decisión política. Cuando parecía que Mario Carrera, el segundo de la lista, sería el adjudicatario, la mesa de contratación se topó con que el arquitecto no presentó la documentación correspondiente, de modo que el procedimiento saltó al tercer ofertante, Esteban Granados. En este caso, el profesional sí presentó los informes plasmados en su declaración de responsabilidad y resultó el pasado jueves el adjudicatario provisional, a la espera del decreto que confirme la concesión. Dispondrá de un mes para elaborar el proyecto y su coste ronda los 60.000 euros.

A partir de enero el Ayuntamiento comenzará a desembolsar cada mes 7.500 euros por el alquiler del Banco de España. Aunque las obras ni siquiera habrán comenzado para entonces, el convenio suscrito establece que el pago es de 90.000 euros al año con el inicio del desembolso en enero. Aunque el equipo de Gobierno confió en un principio en que el traslado podría realizarse a principios de 2015, la realidad es otra y no será hasta mediados de año, al menos, cuando la reubicación sea posible. Hasta entonces, el Ayuntamiento pagará por el Banco de España, pero también por el Archivo Municipal -casi 30.000 euros-, que se integrará en el edificio de Cristo Rey, y por la Casa de los Gigantes -103.000 euros-, que no dejará de abonar hasta que el edificio de Policía quede libre y se traslade en su lugar el Museo de Baltasar Lobo.

Los trabajos de adecuación costarán casi 800.000 euros que desembolsarán casi a partes iguales Ayuntamiento y Segipsa. El plazo de ejecución de los trabajos es de cinco meses. Las obras consistirán en convertir el edificio en una infraestructura accesible ante la presencia de numerosos peldaños que se conservan de su uso como banco, por lo que se instalará un ascensor. Los trabajos servirán también para adecuar espacios y despachos a través de mamparas, construir vestuarios y diseñar una sala para el público de menores dimensiones que la sala de recepción actual, que es de 150 metros cuadrados. Contará con una treintena de aparcamientos, 18 en el jardín y ocho más en dos garajes.

La permanencia de la Policía Local en el Banco de España podrá prolongarse durante veinte años. El convenio establece una vigencia de diez años prorrogables durante otros diez más. El edificio de la Policía Municipal reservará la planta baja, más de mil metros, a acoger los puestos de policías y diferentes dependencias como el 112 o el servicio de atestados e informes. La planta superior será para vestuarios y habrá espacio también para archivos. El edificio cuenta también con una sala de reuniones de 80 metros cuadrados.

La Fiesta de la Policía Municipal del año 2013 sirvió de escenario para el anuncio de la noticia: el antiguo Banco de España sería la nueva sede del cuerpo. La decisión partió del Ayuntamiento de Zamora con la mediación de la Subdelegación de Gobierno, que lograron sentar las bases para la firma de un convenio para dar uso al edificio público.