El comedor social de San José Obrero atiende cada día a más de setenta personas, un número que "no deja de crecer", avisan los voluntarios encargados de su mantenimiento. El presidente de la asociación de vecinos del barrio, Ángel Calleja, asegura que "hay mucha necesidad", algo que se nota en el número de zamoranos que se ven obligados a acudir para cubrir sus necesidades nutricionales. A las 70 personas que utilizan el servicio de cocina, aseguran los voluntarios, hay que añadir a todas aquellas que se llevan alimentos de la despensa, cuyo número no está contabilizado aunque es "mucho mayor".

Caja Rural de Zamora entregó ayer un cheque de 1.500 euros para impulsar el funcionamiento del comedor. Del total del cheque 1.250 euros vienen de lo recaudado por los jóvenes del barrio en el festival La Josa Fest, una actividad solidaria que se celebró en el barrio a finales del mes pasado. El resto, 250 euros, ha sido donado por Caja Rural de Zamora, según aseguran desde el barrio.

Pilar Martín, una de las cocineras voluntarias que trabajaban durante la jornada de ayer, asegura que "necesitamos más dinero" para seguir adelante. Al comedor le cuesta conseguir alimentos como carne o pescado, alimentos perecederos que solo pueden comprarse si existen fondos suficientes. Mientras, la cocina funciona con legumbres o pasta, alimentos que la población dona directamente a los voluntarios.

En la cocina trabajan actualmente diez voluntarias. El servicio se ofrece los lunes, miércoles y viernes y, cada día, acuden tres de ellas a trabajar -salvo un día, que hay cuatro personas en la cocina-. Los jóvenes del barrio también colaboran organizando eventos solidarios en los que recaudan dinero y comida.