Los corrales domésticos con gallinas y conejos podrán estar a 100 metros de distancia del núcleo urbano, según fijará la nueva ordenanza municipal de explotaciones ganaderas. Si bien la aprobación inicial de la normativa local ya rebajaba de un kilómetro a 300 metros la distancia de los rediles al núcleo urbano, con la posibilidad incluso de reducir más esa longitud en base a un informe veterinario, finalmente la distancia se flexibiliza aún más con vistas a legalizar la situación de estas pequeñas explotaciones. Mientras tanto, el ganado equino, bovino, porcino, ovino y caprino conservará los 300 metros. El documento será debatido hoy de nuevo en la comisión del área para su aprobación definitiva en pleno. Por corral doméstico se entiende aquella instalación pecuaria dedicada a la cría de animales para autoconsumo, dentro de unos límites en cuanto a número establecidos por la Ley de Prevención Ambiental.

Los corrales de animales todavía se conservan en algunos barrios de la capital como Pinilla, La Alberca, San Frontis o Las Llamas. En cualquier caso, la normativa dejará en el limbo algunos casos que no cumplen las condiciones para su legalización.

Los socialistas apuestan por "mejorar la normativa" en cuanto a sus condiciones mínimas y establecer un periodo de "medio año" para legalizar los corrales a travçes de un procedimiento "sencillo y gratuito".