Una marquesina de protección permitirá el paso de peatones y la reapertura de la Rúa de los Francos a la altura de los números 2 y 4 mientras duren las obras de consolidación del inmueble tras los desprendimientos registrados durante la noche del pasado sábado. Se trata de una cubierta de protección armada con tablas de madera que irá pegada a la pared frente al edificio afectado para reducir el riesgo ante la posible caída de nuevos cascotes. La marquesina se levantará junto al andamiaje, que arrancará desde el suelo y será estrecho, de modo que comerá a la calle, angosta de por sí, no más de 70 centímetros de ancho.

Los operarios procederán hoy al montaje de los andamios para que en "los próximos días" se reabra la calle para evitar así trastornos tanto a los peatones y turistas como a los propietarios de los negocios aledaños. La colocación de los andamios permitirá realizar una inspección "más pormenorizada en el sector afectado", explica el arquitecto zamorano Francisco Somoza, al frente del proyecto, ya que existe una falta de conexión entre las estructuras y requiere proceder a los atados de la fachada con la estructura del edificio. El exterior "tiene muchas debilidades constructivas y exige un esfuerzo extraordinario", reconoce el arquitecto.

Según la inspección técnica llevada a cabo ayer, "no existe riesgo de derrumbe del edificio, pero sí la posibilidad de que puedan producirse nuevos desprendimientos de cascotes y elementos de la fachada", según apuntan desde el Ayuntamiento. Ante esta circunstancia, la Alcaldía ha dictado un decreto por el que se da a los propietarios un plazo de 24 horas -finalizan hoy- para que los propietarios instalen el andamio y los elementos de sujeción y protección necesarios para evitar la eventual caída de cascotes a la vía pública en caso de nuevos desprendimientos. Hasta ese momento, la calle se mantendrá cortada al tránsito de vehículos y peatones con el fin de evitar todo riesgo para las personas.

A las pocas horas de los desprendimientos, durante la noche del sábado, la Policía Municipal, el arquitecto del Ayuntamiento y el propio Somoza se pusieron a trabajar en el proyecto para asegurar el edificio y garantizar la seguridad ciudadana.