Las eléctricas y compañías que tienen en su haber parques eólicos en marcha desde antes de 2004, los cuales ya no tienen derecho a incentivos tras las modificaciones efectuadas en la reforma energética que ha impulsado el Ministerio de Industria, pueden verse obligadas a parar algunas instalaciones al no ser rentables. La cuestión es que ahora estos parques solo pueden recibir el precio de mercado por la energía que producen, es decir, tienen que acudir al mercado mayorista o "pool" -actualmente deprimido y que en algunas ocasiones no basta para cubrir los costes operativos de los parques eólicos-.

Llevando la situación a Zamora, argumentan desde las agrupaciones conocedoras del sector, la reforma energética habría dejado muy tocados a un total de 17 parques eólicos, que han perdido el derecho a toda subvención (el resto, los construidos después de 2005, solo pierde una parte). Los parques, construidos por empresas como CESA, Ibereólica o Gamesa, producen en su conjunto 367 megawatios de potencia, más del 60% de los 569 que se producen en toda la provincia, una de las punteras de Castilla y León y de España en este aspecto. En total, 416 molinos.

Con este panorama y convencidos de que la ley es la "más perniciosa que se ha dictado jamás en ningún país contra el sector eólico", las empresas y los afectados en general continúan en su lucha particular contra el Ministerio de Industria. La Asociación Empresarial Eólica, la AEE, ha llegado a asegurar que el Gobierno español "pasará a la historia" como "el que puso fin al éxito del sector eólico español con la reforma más regresiva jamás adoptada en España". Recuerdan, además, otra serie de medidas que también afectan directamente al sector. Así las cosas la eliminación del complemento por energía reactiva supone que, solo en 2014 y según los cálculos de las asociaciones del sector, las eólicas dejen de ingresar una cifra que oscila en el entorno de 140 millones de euros a nivel nacional. La AEE ha asegurado además que es "inadmisible en cualquier país que una regulación de este calado se hiciese con semejante falta de transparencia, sin ningún diálogo entre Gobierno y sector, aplicando criterios arbitrarios y utilizando estándares que no se corresponden con la realidad" del panorama energético.

Los colectivos afectados avisan además de que la reforma energética no afecta solo a sus intereses si no que tendrá otros más generalizados y "perniciosos" para el consumidor. El principal, la previsible subida en el recibo de la luz durante los próximos meses. La realidad es que la producción de energías renovables viene a reducir el precio del mercado diario, al que ahora está ligado el recibo de la luz -cuyos precios varían entre jornadas y también entre horas, aunque es necesario un "contador inteligente" para aprovecharse de esta ventaja-.

Con la nueva normativa las renovables dejarán de ofertarse a precio cero en el mercado mayorista con un claro objetivo, cubrir por esta vía las reducciones de ingresos derivada del coto a las subvenciones. Esto, junto con el posible parón de diferentes parques eólicos, "ya está provocando" un encarecimiento de la energía en el mercado diario, avisan desde el sector. Según distintas fuentes conocedoras del área el recibo de la luz podría experimentar un repunte de hasta el 10% durante el verano.

La patronal del sector fotovoltaico argumenta que el panorama puede hacerse extensible a las instalaciones de placas solares, también muy afectadas y que, a diferencia de los parques eólicos, están en manos -al menos una parte importante- de familias y pequeños inversores. De hecho, en Zamora se estima que alrededor de mil familias invirtieron en energía solar amparados por las leyes que, primero con Zapatero y ahora con Rajoy, han ido desapareciendo y menguando los ingresos de los inversores. Esta tecnología "podría no ser capaz de soportar los costes de mantenimiento y funcionamiento", explican en el sector.