El Sindicato Médico ha iniciado una campaña con carteles que rezan frases como "Medora me demora" o "Medora, infarto informático"; CSIF habla de un programa que "provoca estrés y ansiedad en los trabajadores sanitarios y trastornos en los usuarios". Lo cierto es que el programa informático que se utiliza en todos los centros de salud y consultorios locales de Zamora y Castilla y León falla más que una escopeta de feria y provoca continuos trastornos a profesionales y usuarios.

Ambos sindicatos creen que los problemas informáticos, unidos a la reducción de médicos en el medio rural y la falta de sustituciones en vacaciones pueden agravar mucho la situación en las consultas. Lentitud, retrasos, errores en datos de historiales médicos, constantes bloqueos y "cuelgues" que obligan a volver a empezar o incluso derivar al paciente para que vuelva al día siguiente son habituales en las consultas de la provincia, en un problema que comparte con el resto de la región.

La imposibilidad de acceder al historial de los pacientes, señala Tomás Toranzo, de CESM, es uno de los problemas más importantes, a los que se añaden otros, como el que se plantea con las recetas, que a veces hay que rellenar a mano, apunta Rosa María Herrero Vicente, de CSIF.

En Zamora la nueva versión del programa Medora, la cuarta, se implantó en el mes de abril, y ya casi desde el principio empezó a dar fallos, que la Administración reconoció pero que calificó como "pequeños desajustes" habituales cuando se produce un cambio de sistema informático. Sin embargo van pasando los meses y los profesionales ven que el problema no sólo no se soluciona, sino que sigue igual. De ahí que CESM haya iniciado una campaña y CSIF apunte que ha generado más de nueve mil errores en Atención Primaria y más de un millar de incidencias en el Centro de Atención al Usuario.

Todo el mundo confía en que Sacyl logre resolver los problemas del sistema, aunque Herrero considera que puede que en estos fallos estén también influyendo las políticas de recortes.