El estudio del zamorano Rubén Sánchez investiga patronazgos en toda Castilla y León que ya han sacado a la luz santuarios como el de la Virgen del Camino, en León, promocionado por el indiano de la tierra Pablo Díez, dueño del grupo cervecero Coronita y que planteó una reconstrucción absoluta de su pueblo, que pasó a ser un municipio nuevo. En este sentido, construyó un consultorio, la casa del médico y del maestro, la escuela así como canales de riego, en torno al año 50.

Otros ejemplos que la investigación del zamorano registra en Castilla y león son las escuelas de municipios de Burgos, a iniciativa de un emigrante en Argentina en 1951, o de El Royo, en Salamanca, promovido y costeado por los hermanos García Sanz, emigrados a Buenos Aires. Escuelas también se construyeron en San Juan de Redondo, Palencia, gracias a la donación de la familia Mier y Pesado, descendientes de hijos del pueblo y asentados en Méjico. Lo mismo ocurrió en Atapuerca, Burgos, con un centro escolar impulsado por Pablo García Virumbrales, que también emigró a Méjico.

En la misma línea se encuentra el lavadero de Vinuesa, construido en 1872 con las ayudas aportadas por la Sociedad de Socorros Mutuos «La Visontina» de Veracruz de Méjico y otros hijos del pueblo emigrados a América. Otro caso localizado es la fuente construida en Cidones, Soria, en el año 1913 con las ayudas aportadas por la Sociedad Filantrópica «Hijos de Cidones» de Buenos Aires. Además de obra pública para el uso del pueblo, los emigrantes se ocuparon también de los edificios municipales, de ahí la construcción de una casa consistorial en el municipio de Quintanilla de Somoza, León, promovida por Matías Alonso Criado.