«Libre te quiero,/ como arroyo que brinca / de peña en peña. /Pero no mía». No es necesario llevar encima un libro, una tableta o papel alguno, para disfrutar mientras se viaja en el metro de Madrid de la poesía del zamorano Agustín García Calvo.

El texto de «Canciones y soliloquios» del escritor es uno de los diez seleccionados por la Asociación de Editores de Madrid para sacar los libros «a la calle», tanto en el metro como en los vagones de cercanías de Renfe.

«Llevar los Libros a la Calle no sería posible sin la desinteresada colaboración de los autores, o sus herederos, que han cedido sus textos, y de los editores, que han colaborado en la obtención de los correspondientes permisos», explican los organizadores de la campaña, que agradecen «a los viajeros del transporte público que leen y respetan los textos e ilustraciones que año tras año se ponen a su disposición».

La iniciativa, que lleva más de una década llevando la literatura a los ciudadanos de a pie, es una de las campañas de fomento de la lectura más consolidadas y con más arraigo entre los ciudadanos de Madrid, que consideran ese soporte «el lugar de lectura preferido por cerca del 35% de los lectores», según confirma la Comunidad madrileña.

El zamorano se codea en la campaña con autores de la talla Julio Cortázar, Ramón Gómez de la Serna o la novela gráfica de la premiada «Arrugas» de Paco Roca.

«Los textos escogidos sorprenden por su variedad. El ensayo del novelista mexicano Carlos Fuentes, que trasluce tanto su amor por la literatura venga de donde venga como su excelente pluma; o la presencia de otro buen escritor que nos dejó hace poco, Agustín García Calvo, gramático, pensador, ensayista, dramaturgo y poeta, del que se ha escogido uno de sus poemas más hermosos para solazarnos en el trayecto diario. La novela gráfica tiene también su espacio en Libros a la Calle, en la página de Arrugas de Paco Roca, Premio Nacional de Cómic en 2008; la gastronomía, en el delicioso texto de Álvaro Cunqueiro sobre los diferentes tipos de ocas que se pueden encontrar en Europa, o la literatura infantil y juvenil representada por Martín Casariego Córdoba, ganador del IV Premio Anaya de literatura Infantil y Juvenil», explican desde la Consejería de Cultura de Madrid.

El la rutina del día a día es más amable con una buena historia o un buen verso con el que amenizar el trayecto, y sorprende de igual modo a los turistas que visitan la capital y aprenden de sus monumentos y su ajetreada vida, así como de los autores que nutren su cultura.