El bosque de Valorio ha sido sometido a una fumigación contra las plagas de procesionaria de pino, una oruga que provoca daños en la vegetación así como urticarias y alergias en personas y animales domésticos. Los insectos están recubiertos por unos pelos urticantes que se dispersan y flotan en el aire, produciendo irritación en piel, ojos y nariz en primavera.

El concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Zamora, Feliciano Fernández, defiende la «inocuidad» del fungicida, que cumple con la denominada «triple A», es decir, que no implica peligro ni para anfibios, ni para peces ni mamíferos. Sin embargo, el grupo municipal de Izquierda Unida denuncia que la fumigación contra la procesionaria en los pinos de Valorio ha provocado la intoxicación de una persona que «tuvo que ir a Urgencias después de sentirse mal en un paseo por Valorio», ya que las fumigaciones «no han estado controladas como en anteriores ocasiones por la Policía Municipal al estar todos los efectivos en las procesiones de Semana Santa».

El concejal Francisco Guarido denuncia que la fumigación «no fue anunciada», dado que la medida estuvo prevista hasta en dos ocasiones anteriores y las lluvias obligaron a su suspensión, de modo que no fue hasta la pasada semana cuando se produjo la aplicación del producto contra las orugas procesionarias de los pinos.

Por el contrario, el equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de la capital defiende que «se trata de un producto atóxico» y que «sí había presencia policial durante la fumigación, además de personal de la empresa», alega el concejal de Medio Ambiente. En cualquier caso, Feliciano Fernández insiste en que «al Ayuntamiento no le consta esa intoxicación, nadie nos ha comunicado nada al respecto», a la vez que plantea que «en cualquier caso y si bien no se puede descartar alguna reacción alérgica, el contacto con la procesionaria tiene unas consecuencias mucho peores», concluye.