Antes de que Jaime Sánchez, el fallido empresario zamorano, pusiera una valla diciendo que en su cuerpo vive Cristo, ya había organizado varios retiros espirituales en los que invitaba a su casa a las personas que desearan «buscar la felicidad».

A través de la denominación Retiro Nirvana, él mismo animaba a todo el que lo deseara a pasarse por la casa de Villalonso que tiene en alquiler. «Detrás de esta casa queremos ofrecer un tiempo exclusivamente para vosotros, vosotros marcáis el ritmo, nosotros simplemente os acompañamos. El lugar que hemos elegido por la paz que se respira en el exterior», se expresaba Sánchez Heras a través de un vídeo promocional, refiriéndose a Villalonso.

Unas estancias que no son gratuitas, a pesar de que él anuncia en su página web que «no preguntes por dinero, todo está cubierto en el Reino de Dios».

Ocho habitaciones, baño completo en cada estancia y zonas comunes para realizar «charlas y eventos de música» es lo que ofrecía el joven, que considera el lugar es ideal para «el reencuentro contigo mismo, para que encuentres la paz que solo está en ti. Vosotros tenéis todas la respuestas y sabéis lo que os pasa, en la vida cotidiana no podemos ser sinceros, hay algo que nos lo impide, y ese algo está en nosotros mismos, podemos seguir tirando pelotas fuera, podemos seguir echando la culpa a los demás o podemos tomarnos un tiempo, para que os descubráis, para que en la medida que estéis dispuestos a ver seáis más felices en la vida», proponía en su locución, donde se observa un aspecto mucho más saludable que en la actualidad, ya que los dos meses de ayuno le han pasado factura. Además, la casa rural también ha sufrido un profundo cambio, con inscripciones con alusión a Cristo en la mayoría de enseres que aún quedan por la vivienda, que sin embargo son escasos tras la «revelación» que le hizo deshacerse de ordenadores, vajillas y electrodomésticos.

«¿Cuánto tiempo estás dispuesto a esperar para ser feliz? Nosotros te tendemos la mano». Con estas palabras el zamorano ponía fin al mensaje, dirigido a los residentes en Valladolid, a los que anunciaba que el pueblo de Villalonso se encuentra a tan solo 60 kilómetros de la capital pucelana.

Aún así, personas del País Vasco, Andalucía, Cataluña o Navarra llegaron hasta la casa del municipio zamorano, y muchos de ellos comentaron luego en las redes sociales lo «maravilloso» de la estancia, «os amo», mientras otros se preguntaban cómo llegar a la localidad desde distintos puntos de la geografía nacional.

Tiempo antes de contar con la antigua casa rural, Jaime Sánchez ya impartía charlas en locales como un centro de yoga de la calle Santa Clara con títulos como «Nada es lo que parece» o alusiones a la felicidad de las personas.

Nada o todo hacía presagiar en el pequeño municipio de 25 habitantes que Jaime Sánchez diera un vuelco a su vida de retiros y reuniones para despojarse de todo lo que «he dejado de necesitar» y dejar claro a todo el que lo quiera oír, o leer a través de la valla de Vista Alegre, que ahora ya no es Jaime, sino Cristo.

Con un discurso basado en la búsqueda de la felicidad, tutelada por él mismo, Jaime Sánchez Heras grabó un vídeo el pasado año 2013 para invitar a los que lo desearan a acudir a su casa a encontrar descanso y divertimento. Aunque no está claro cuánto costaba la estancia en la casa rural «Siete chakras», el caso es que no era gratis en ningún caso, un dinero que ayudaría a pagar la manutención, además de permitir que Jaime Sánchez disponga de dinero para el alquiler de la casa y para colocar la valla en Vista Alegre.