La villa romana de La Olmeda, situada a unos 50 kilómetros de la ciudad de Palencia, ocupa un destacado lugar dentro del panorama arqueológico español por haberse descubierto un impresionante conjunto de mosaicos, pero también «por unos aspectos no tan conocidos para el público: los hallazgos en sus cinco cementerios con cerca de 700 tumbas que por sus ajuares, con singulares vidrios o cerámicas, que hacen pensar en un antes y un después de su descubrimiento», señaló ayer el director arqueológico de La Olmeda, José Antonio Abásolo, en sala de exposiciones temporales del Museo de Zamora con motivo de la apertura de la muestra «El último viaje. Los ajuares funerarios de La Olmeda».

La exposición brinda la oportunidad de realizar un recorrido por la villa, levantada en la Tardoantigüedad, a través de una amplia serie de paneles informativos así como una recreación de un gran mosaico, con «la singularidad de los adornos octogonales»; la reproducción de algunos medallones de piezas musivaras e incluso la presencia de materiales constructivos originales.

Una segunda parte de la propuesta la componen el mundo de las creencias y los elementos que se depositaban en las tumbas, que ocupan diversas vitrinas en la sala. Es el caso de un vaso decorado con gotas en color azul oscuro, «de una gran ligereza» o un anillo de azache y un collar de cuentas «que serían de importación, pues se han encontrado similares en Italia», precisó Abásolo en el recorrido explicativo que realizó a las autoridades presentes en la inauguración. Además, junto a los elementos funerarios el público puede conocer alguno de los diarios de las excavaciones llevadas a cabo desde que se descubrió la villa en el año 1968.

«La Olmeda es hablar de un yacimiento importantísimo y animo a los zamoranos también a descubrir los que existen en la provincia de Zamora», señaló el delegado de la Junta, Alberto Castro, mientras que el presidente de la Diputación de Palencia, José María Hernández, subrayó que esta villa «es uno de los yacimientos históricos de primera magnitud», mientras que la diputada de Cultura de Palencia, Carmen Fernández, enfatizó: «Es una muestra que permite un viaje a la época romana y el visitante puede hacerse una idea de cómo se vivía en una villa romana».