El grupo Iberdrola dio a conocer ayer en Londres los resultados del ejercicio 2013, con un beneficio neto un 7% inferior al ejercicio precedente (2.572 millones), avanzó una inversión de 9.600 millones de euros para los próximos tres años, de los que solo el 15% se quedarán en casa, y criticó algunas de las medidas que baraja el Gobierno sobre la factura de la luz, mientras que abogó por «atacar» los impuestos que pesan sobre ella. «Vamos a ver lo que van a sacar, pero a mí, como ingeniero, me parece imposible» el futuro sistema de tarificación en el que trabaja el ministro de Industria, José Manuel Soria, cuya entrada en vigor está prevista para el próximo mes de abril, opinó el presidente de la compañía, el salmantino Ignacio Sánchez Galán. Un método que se basa en la colocación de contadores inteligentes para que el usuario pueda conocer «on-line» el consumo en tiempo real y decidir cuándo consumir más.

En este sentido, Sánchez Galán aseveró que, además de «imposible» porque falta la tecnología necesaria para ponerlo en práctica, el método «no producirá ahorro» en la factura de la luz. Como solución, el presidente de la eléctrica llama a «atacar» los impuestos que el Gobierno incluye en el recibo, y que suponen el 60% del total que pagan los ciudadanos. «Se pueden crear expectativas en el consumidor que luego no se cumplan», alertó. «La mayor parte de lo que pagan los españoles no tiene que ver ni con el consumo ni con la distribución de la energía», sino con la parte destinada a políticas sociales o tecnológicas que se cubren con cargo al consumo energético. Sánchez Galán apuntó que «hay otros medios» para hacer esas políticas, cargarlos a los presupuestos generales del Estado para «no meterlos en la cuenta de los ciudadanos». El máximo responsable de Iberdrola insistió en que en Europa «está pasando lo mismo» y el resultado es que en Estados Unidos «pagan dos veces y media menos» por el suministro energético «y no es porque la luz sea más cara», sino por los tributos.

Sobre la utilización de los llamados contadores inteligentes que permiten conocer el coste de la energía hora a hora para gastar más cuando la energía está más barata, Ignacio Sánchez Galán ha dejado claro que «hemos instalado dos millones de contadores digitales y no son para eso». Por otro lado, a su juicio, el país «necesita un ordenador gigantesco que no tenemos», añadió. De llevarse a la práctica lo proyectado por el Ministerio de José Manuel Soria, este sistema «producirá errores».

Por lo que respecta a los resultados del ejercicio 2013, Iberdrola destaca que ha mantenido un volumen similar de beneficios netos, con 2.572 millones de euros. No obstante, se trata de un 7% menos que el ejercicio precedente por el «marco regulatorio» español, que han conseguido contrarrestar para dejar de ganar solo 200 millones de euros.

Esta realidad, los cambios en la regulación de la energía, son responsables de que España apenas cuente en los planes de inversión de los años 2014-2016, donde está proyectada una inyección de 9.600 millones de euros, de los que solo 1.500 se quedarán en casa para «mantenimiento» de las redes y poder «seguir ofreciendo el mejor servicio» a los ciudadanos españoles.

El presidente del grupo eléctrico destacó que la compañía ha invertido más de 22.000 millones de euros entre los años 2001 y 2013 en España en redes, distribución y renovables como respuesta a las peticiones del Gobierno pero «si ahora no hace falta invertir más, no se invierte». Actualmente «el beneficio en España es menor que cuando yo llegué a la compañía», indicó Sánchez Galán, para dejar claro que los planes de la compañía pasan por la internacionalización.

De hecho, el grueso de la inversión irá a parar a países con un marco regulatorio estable. Iberdrola cree que ese escenario se produce en Reino Unido (con un 41% de la inversión), Latinoamérica (con el 23%) y Estados Unidos (con el 17%). En mitades semejantes, la cuantía irá destinada a la puesta en marcha de nuevas infraestructuras y a «inversiones recurrentes en mantenimiento y mejora de las instalaciones».

Pese a la caída de la inversión en España y al desacuerdo con los impuestos que se cargan en la factura de la luz, Sánchez Galán dejó claro que «las relaciones con el Gobierno son cordiales», si bien dejó claro que «hoy somos más británicos, más americanos y más mexicanos que españoles». «Estoy orgulloso de ser español y voy a hacer todo lo que pueda por mi país», aunque los planes de la compañía pasan por otro estados, zanjó desde el lujoso hotel Landmark de Londres. Reconoció que «me duele» que España sea percibido «como el mercado con mayor riesgo regulatorio» y añadió que el mercado mayorista, llamado «pool», desprende «buenas señales».