Llegó el balasto, almacenado en una gran montaña junto a la estación; llegaron las traviesas, colocadas a lo largo de la traza de la plataforma y en breve lo hará el carril. Las vías del AVE van tomando forma y acercándose cada vez más a la capital. En estos días una extendedora doble está echando el balasto muy cerquita ya de la capital.

El balasto es la capa de material pétreo que se intercala entre la plataforma y las traviesas de la vía. Entre sus funciones y cualidades destacan la transmisión homogénea de las cargas que soportan las traviesas hacia la plataforma; la alta resistencia longitudinal y transversal para las traviesas, con el fin de mantener la geometría de la vía; una buena permeabilidad al aire y al agua, para mantener la capacidad portante de la plataforma; y la garantía de elasticidad de la vía, que permite la corrección de la posición de la vía tras una eventual alteración de la misma. Para que el balasto cumpla todas estas funciones debe tener unas características físico-mecánicas determinadas, en parámetros como el tamaño, la granulometría, la forma o la resistencia al desgaste.

En este tramo de las cercanías de la capital, se está echando balasto para colocar una vía doble, mientras en el resto del trazado, desde Coreses a Olmedo, se ha puesto vía simple, es decir, solo una de las dos que están previstas en la plataforma del AVE. A finales del año pasado la colocación de traviesas llegaba a entrar en la provincia de Zamora, por la zona de Toro y estos días los trabajos avanzan ya en la zona entre Coreses y Zamora capital.

Una vez se van cumplimentando estos trabajos se va colocando el carril con el que se completa la vía del AVE hasta la capital zamorana, cuya plataforma estaba ya totalmente terminada desde hace meses. Después de colocada la vía aún quedan cosas por hacer, como por ejemplo, colocar la estructura para electrificar la vía y los sistemas de seguridad, unos contratos muy importantes para que el AVE pueda llegar a funcionar.

A pesar de lo avanzado de los trabajos de la línea entre la localidad vallisoletana de Olmedo y la capital a llegada efectiva del AVE a Zamora no está prevista hasta el año 2015. En todo caso el montaje de la línea en 2014 es sumamente simbólico ya que fue justo hace 150 años cuando llegó el tren, procedente de Medina del Campo a Zamora, el 28 de mayo de ese año, y también a Toro, unos días antes que a la capital.