En Zamora sobra suelo para construir y el propio sector inmobiliario reconoce que el fenómeno de compra-venta de solares se está amortiguando al tiempo que cobra cuerpo la crisis hipotecaría que incluso estaría ya afectando a las ventas de viviendas. Fuentes del sector de la construcción admiten que no existe paralización alguna incluso con la suspensión de la tramitación del Plan General de Ordenación Urbana. Para poder construir hoy en la capital, es necesario observar las normas tanto del planeamiento aprobado en 2001 como el que quedó en suspenso tras la constitución de la nueva corporación municipal. Ello es debido a que la mayor parte de promociones afectan a suelo recalificado en el anterior plan y los promotores que esperan disponer del suelo que se convertiría en urbanizable si se aprobara el Plan tal y como lo redactó el anterior equipo de Gobierno «no son muchos, aunque sí se trata de importantes cantidades de dinero» las que se pueden haber invertido en la compra de terrenos con vista a hipotéticas recalificaciones en un futuro cercano, como el que hubiera marcado el documento suspendido.

La "fiebre" de la compra de terrenos provocó incluso movimientos desde provincias vecinas atraídas por los precios más atractivos de la capital. Serían los que resultarían más perjudicados en caso de que se eliminaran determinadas actuaciones. Pero las mismas fuentes estiman que, en las circunstancias actuales, esas reformas facilitarían la salida adelante del Plan con el consenso de la oposición sin que se crearan demasiadas tensiones en el sector.

El concejal de IU, Francisco Guarido, reclama a la alcaldesa, Rosa Valdeón, que aclare de forma urgente qué actuaciones se eliminan definitivamente del nuevo Plan, documento que está siendo revisado actualmente por técnicos de la Universidad de Valladolid (responsable de la redacción del PGOU de 2001). «Se trata de una decisión política, no técnica, al igual que las alegaciones planteadas son políticas. No puede escudarse en los técnicos», afirma el portavoz de IU.

Guarido coincide también en el planteamiento de que no existe parálisis alguna en el sector de la construcción. «Todos los planes previstos y otros nuevos están saliendo de las comisiones para desembocar en el Pleno». En la comisión de Urbanismo prevista para hoy viernes se dictaminará la aprobación definitiva de dos nuevos planes parciales, los de Villa Claudia y Camino Blanca, lo que puede significar la construcción de cientos de viviendas. Además IU da cuenta de nuevas consultas urbanísticas. Una de ellas, la que afecta a solares entre Cardenal Cisneros y el barrio de la Alberca ha quedado en suspenso hasta decidir cuál de los dos promotores que han solicitado construir desarrolla la actuación.

La segunda consulta se refiere a un plan parcial de unos 90.000 metros cuadrados, en los que podrían edificarse unas 300 viviendas entre la Carretera de Cubillos y el Camino de Olleros, que ha sido informada favorablemente. Guarido alerta sobre la «expansión irracional de la ciudad», ya que se están desarrollando sectores alejados de los límites actuales del casco urbano, mientras quedan bolsas de suelo sin construir entre uno y otro.

Más que por la falta de suelo, el sector inmobiliario se muestra preocupado por la tardanza de las licencias. Ahí sí le dan la razón al presidente de Aprinza, Román Rollón, pues la espera de un año para la tramitación en la Oficina de Urbanismo se da como algo generalizado. «Eso supone aumentar los costes financieros que, lógicamente, repercuten en el precio final de las viviendas», afirman.

Por otro lado, el grupo municipal del PSOE reclamó ayer en el Ayuntamiento la convocatoria del Consejo Sectorial de Obras y Urbanismo para que los colectivos que lo integran debatan todo lo concerniente al nuevo Plan de Urbanismo.

Un mercado a la baja

El mercado inmobiliario zamorano empieza a sentir la desaceleración por la escalada de los tipos de interés en las hipotecas y, según los expertos, el nivel de ventas comienza a "suavizarse".

Aún así, unas 10.000 viviendas estarían ahora en alguna fase de construcción, una cifra que los propios profesionales del sector consideran desproporcionada para las expectativas de crecimiento que tiene la ciudad.