Tras cuatro años de trabajo, la autora del libro «Justa Freire o la pasión de educar. Biografía de una maestra atrapada en la historia de España (1896-1965)», presenta hoy en Zamora el relato de la vida y obra de una mujer y maestra zamorana adelantada a su época y que cambió la forma de educar en su época. La cita con María del Mar del Pozo es hoy a las 19.00 horas en La Alhóndiga.

-¿Cuándo conoce la figura de Justa Freire y cómo se plantea escribir el relato de su vida?

-Hace 30 años que sabía de su existencia. El primer trabajo de Historia de la Educación en la carrera era estudiar un grupo escolar, y yo elegí el Cervantes, del que nadie había oído hablar. En ese momento Justa era una maestra, era una nota al pie de página. Más tarde, hace apenas unos años hubo un movimiento de muchos colegios que celebraban el 75 aniversario, fundados en 1933, para lo que me llamaron del antiguo Alfredo Calderón, hoy Padre Poveda (tras la guerra se le entregó a la institución teresiana), del que Justa Freire fue directora. Yo quise hablar del momento fundacional del colegio y ahí ahondé más en su figura, sobre todo tras conocer a María del Carmen Cabello, la que fue como la hija adoptiva de Justa, que donó el archivo de Justa Freire a la Fundación Ángel Llorca, que ya tenía todos los diarios. Cuando empecé a leerlos me enamoré de ella, era muy interesante interpretar su vida, ahí fue cuando empecé con su biografía.

-¿Dura mucho el proceso de recopilación de información y redacción de la biografía?

-El trabajo lo comencé a finales del año 2009, ha sido un proceso largo en el que he tenido que cortar mucho, ya que quería que todos los capítulos tuvieran una extensión parecida. Del periodo que menos sé es de su primera etapa, la de sus primeros años en Moraleja del Vino, algo que es habitual salvo que haya una autobiografía. De las etapas de la guerra civil o su estancia en la cárcel hubiera podido escribir el doble. El editor quería un libro, corto pero aceptó al ver el resultado.

-¿Cree a la joven Justa le influyó el hecho nacer en la Moraleja de 1896, un pueblo llamativamente intelectual e inquieto culturalmente, o ella ya tenía algo especial?

-Ella tenía algo especial pero el ambiente le influyó sin duda. El tener relación con su prima, que era la primera de la familia que había estudiado en la Escuela Normal fue un hecho muy importante en su vidam, además que en el pueblo pasaba por ser una persona muy inteligente, lo que hizo que su familia la motivara. No así su maestra en ese momento, fueron su madre y su tía, además de su relación con la familia Reglero, lo que terminaron de hacer posible que estudiara. No lo he podido comprobar, pero todo indica que su tía Juana le debió de apoyar económicamente, porque no era fácil para la época ir a estudiar a la ciudad y vivir en una pensión, era una mujer de altas miras y muy probablemente asumió el coste de los estudios.

-¿Como experta en educación ve normal que Justa aprendiera a leer sola?

-No era nada normal, se nota que llevaba algo dentro, a lo que se suma el hecho de que la madre supiera y tuviera el impulso de escribir, que era ya algo muy significativo. Justa era especial, pero también hubo quien le puso el libro entre las manos, su familia la apoyaba.

-¿Cómo cree que le sentaría a ella, tímida y modesta, saber de la existencia del libro?

-Yo creo que lo viviría con sentimientos encontrados, porque por un lado ella guardó muchos papeles y archivos, lo que hace pensar que tenía un proyecto autobiográfico para que no se perdiera la memoria de las personas y que sirviera para que los maestros jóvenes tuvieran la misma ilusión que tuvo ella. En ese aspecto le gustaría, pero también era tímida y no le agradaría.

-¿Se conserva en educación alguna de las propuestas que introdujo?

-Es lo que se está intentando, que el niño sea visto como una persona que puede aprender, hay algunos maestros que lo hacen, pero no es lo que ahora prima. Lo que tenemos es un modelo basado en la competitividad, en el esfuerzo, la lucha, pero su modelo se basaba en el interés del niño, en motivarle, en buscar sus aptitudes, etc. El idealismo y romanticismo de esa educación ahora no está muy generalizado.

Cuenca

María del Mar del Pozo estudió hasta los 17 años en su Cuenca natal, desde donde viajó hasta Madrid, lugar en el cursó los estudios de Filosofía y Ciencias de la Educación en la Universidad Complutense. En la actualidad es catedrática en la Universidad de Alcalá y es autora de varios libros, entre ellos la biografía de la maestra zamorana Justa Freire y «Urbanismo y educación. Política educativa y expansión escolar en Madrid» (1900-1931), un libro que tiene que ver con su tesis doctoral, sobre las escuelas públicas madrileñas.