Veterinarios, presidentes de plazas de toros, empresarios taurinos y periodistas especializados analizaron ayer en el Colegio de Veterinarios de Zamora el presente y futuro de los espectáculos taurinos y los problemas que rodean las actuaciones de los veterinarios en este tipo de eventos. Victorio Lobo, presidente del colegio zamorano, aseguró que la función de los veterinarios en todo espectáculo taurino es «garantizar la integridad del festejo», hacer «que se cumpla el reglamento» y «procurar que el espectador vea el espectáculo aquel por el que ha pagado y no uno adulterado» por otras razones. En este sentido aseguró que «no es lo mismo una plaza de primera que una plaza de segunda» como la de Zamora y dijo que «el aficionado sabe que no va a ver lo mismo» en una plaza de primera categoría que otra de estatus inferior.

En este sentido, sobre las supuestas altas exigencias de los veterinarios zamoranos a los toros que se lidian en la plaza de la capital aseguró que «nos limitamos a cumplir el reglamento» y «si dice que tiene que pesar determinados kilos», 435 en caso de un coso de segunda categoría, «tiene que pesar eso y no menos. No somos nosotros los que impedimos venir a las ganaderías», aseguró. La supervivencia de la fiesta, recuerda Lobo, está «también en manos del empresario, que sepa hacer una feria atractiva, como Maximino Pérez», que intervino en la jornada de ayer, «en Ciudad Real y Cuenca». La falta de público, afirmó, «no es culpa de los veterinarios, que lo único que hacen es pedir los kilos reglamentarios, sin entrar en otras cuestiones subjetivas. En Cuenca, que es una ciudad del tamaño de Zamora, la plaza se llena. Por algo será», dice.

La jornada contó con la presencia del veterinario Casto López Cañibano y también acudieron Juan Iglesias (cinco años presidente de la plaza de Zamora), Luis Alberto Calvo (también veterinario), Maximino Pérez (empresario) y Pedro Javier Cáceres (crítico taurino y periodista radiofónico). Los veterinarios y especialistas del mundo taurino hablaron también del «movimiento» que «se viene produciendo desde hace un par de años» y que dice que «los veterinarios cobramos mucho y tenemos la culpa de que no se celebren más festejos taurinos», afirma Victorio Lobo. «Esto es falso», asegura el presidente del colegio de Zamora. «No hay más festejos porque los ayuntamientos se han quedado sin dinero. Obviamente mis compañeros tienen que cobrar, pero sus honorarios son bajos».