Hace dos años la asociación Zamora Protohistórica reunió en la Fundación Rei Afonso Henriques a un centenar de jóvenes investigadores que asistieron a la presentación de una treintena de trabajos sobre la arqueología del Valle del Duero. La exitosa propuesta se repitió en 2012 en León, pero aquellos estudios merecían una lectura y estudio reposados que ahora ya es posible. El colectivo local -célebre por las excavaciones que se practican en el castro romano de El Castillón Santa Eulalia de Tábara- ha reunido aquellas 32 investigaciones en el volumen «Arqueología en el Valle del Duero» (editorial La Ergástula).

Aunque el libro no permite conclusiones específicas sobre temas tan generales y geográficamente amplios, sus contenidos constituyen nuevas páginas de un vasto periodo que arranca en el Neolítico y llega hasta la Antigüedad Tardía. Seguramente una obra de referencia que contará con nuevas entregas, manual de consulta para profundizar en estudios modernos sobre lo que en el Valle del Duero ocurrió hace cientos, miles de años.

El responsable de Zamora Protohistórica, José Carlos Sastre, precisó que el volumen ha sido estructurado por áreas temáticas, «igual que se hizo en el congreso», y destacó algunos de los trabajos que ahora ven la luz. El primero de esos capítulos aborda la etapa comprendida entre el Neolítico (hace más de 10.000 años) hasta el Calcolítico, la etapa en la que comienza a generalizarse el uso del cobre.

En esta entrega inicial, los investigadores abordan las zonas de Burgos y Valladolid, pero también Zamora, donde se analiza el yacimiento de Las Pozas en la localidad de Casaseca de las Chanas. El estudio «realiza una revisión del yacimiento formado por una ocupación definida por tres líneas de fosos», apuntan los responsables.

Así, el segundo capítulo profundiza en yacimientos que datan de la Edad del Bronce, un amplísimo periodo que se desarrolla desde Oriente Próximo hasta Europa en los primeros milenios antes de la era moderna. «En la zona de Zamora sobresale la investigación llevada a cabo por Raquel Portilla Casado, de la Universidad de Salamanca, en torno a la Edad del Bronce en la zona de la Guareña, donde destaca un notable grupo de yacimientos correspondientes a la cultura de Cogotas», detallan.

El tratamiento de la Edad del Hierro incluye varias investigaciones sobre lugares fortificados que correspondieron, en términos generales, al desarrollo de los grupos humanos, el crecimiento de la población y de las rivalidades. Los estudios locales que se incluyen en el libro hablan del entorno del río Almar y el castro del Picón de la Mora en Salamanca y el «significativo caso del castro de Peñas de la Cerca» en la localidad sanabresa de Rionegrito, referentes a una ocupación fijada en la primera Edad del Hierro.

Los tres últimos apartados hablan de la romanización y la Antigüedad Tardía en el Valle del Duero con referencias a las poblaciones zamoranas de Brigaecium o Petavonium o el poblado fortificado de El Castillón. El libro se puede consultar en la Fundación Afonso Henriques o adquirir en la propia editorial La Ergástula a través de Internet.