El inicio del mes de septiembre ha reactivado la actividad en el seno de la Junta pro Semana Santa que ha optado por retocar el proyecto de estatutos antes de enviarlos al Obispado para obtener el visto bueno y ponerlos en marcha a continuación. A la espera de recibir el beneplácito eclesial, los presidentes de las distintas cofradías re reúnen de nuevo este mes en un consejo rector que aún no tiene un orden del día definido.

En su condición de abogado, Rufo Martínez, responsable del Silencio, se ha encargado de darle «un carácter más jurídico» al borrador en el que los presidentes de la Semana Santa han trabajado durante meses. Así lo ha afirmado Antonio Martín Alén, máxima autoridad de la Junta, quien pone el derecho canónico como referencia de los «retoques» del documento, listo para enviarlo al Obispado. Será el Episcopado zamorano quien estudie los profundos cambios aplicados al reglamento anterior para indicar si algunas de las modificaciones se atienen o no a las prescripciones de la Iglesia.

En este sentido, cabe recordar que los promotores del documento han trabajado durante meses -desde el verano pasado- en la redacción de un documento que haga más ágil el funcionamiento del órgano mayor. La elección del presidente -cuyos candidatos serán a su vez los máximos representantes de las 16 cofradías actuales-, la mayor frecuencia de las reuniones del consejo rector y la asamblea, el reparto de tareas entre todos los miembros o el reparto económico de los fondos anuales son algunos de los aspectos clave del texto.

En este último caso, es importante subrayar la intención de la Junta de Cofradías de reducir de forma paulatina las aportaciones a las cofradías, de tal manera que se pretende que en un futuro próximo -un plazo inferior a una década- las hermandades sean autosuficientes y puedan organizar procesiones y el resto de actos de manera independiente, el problema más importante para una parte de las cofradías por el reciente influjo de la crisis.

Los planes de la Junta pro Semana Santa pasan por recibir el texto sin grandes modificaciones -más allá de precisiones lingüísticas- para poner en marcha el nuevo reglamento, hecho que conlleva la convocatoria de elecciones para que el nuevo presidente asuma el nuevo modelo organizativo.

En este sentido -y con el nuevo estatuto en marcha- los presidentes deberán asumir el reparto de funciones que marca el texto. Es decir, que cada responsable asumirá tareas como la búsqueda de financiación, la promoción y cuidado del Museo de Semana Santa o la difusión de la fiesta de Interés Turístico Internacional fuera de Zamora.

En cuanto al próximo consejo rector, la convocatoria llega tras el verano y después de una última reunión en la que los asistentes dieron el visto bueno a las cuentas. La directiva ha concretado el pago de las facturas pendientes y asume como única obligación la línea de crédito concertada este mismo año.