Quiere dejarlo muy claro: su interés es proteger al lobo y utilizar su presencia para dinamizar su entorno. Con ese objetivo ha llegado a Zamora el naturalista y director de documentales Luis Miguel Domínguez, que se ha reunido con el diputado de Turismo, José Luis Prieto, para buscar el apoyo de la institución provincial en un proyecto de ecoturismo que engloba a más de 30 empresas zamoranas.

-¿Qué propone la Asociación Lobo Marley para los intereses de Zamora?

-La asociación considera que el lobo es una especie que debe ser protegida y conservada, pero además, que es un gran valor para las tierras de Zamora, donde está la mayor proporción de Lobo Ibérico de toda España, en concreto en la Sierra de la Culebra. Estamos convencidos de que el lobo es el futuro y el motor socioeconómico de amplias zonas, como Sanabria, Carballeda o Aliste,

-¿Cómo se materializa esa visión de futuro sobre el terreno?

-Le hemos propuesto a la Diputación de Zamora un proyecto que engloba a más de 30 empresas de ecoturismo en tierra de lobos bajo la coordinación de la Asociación Lobo Marley. La conservación del lobo ibérico va a reportar muchos beneficios y necesitamos para ello la implicación de la administración. Si de manera coordinada y seria, y en aras de la conservación del lobo, se hace un trabajo conjunto vamos a demostrar a España y a Europa que el lobo debe ser conservado porque genera muchos beneficios económicos. La fórmula sería un cluster de empresas de ecoturismo. En estos momentos hay una facturación al año de los establecimientos turísticos de la Sierra de la Culebra de 500.000 euros.

-¿Cómo genera el lobo ese medio millón de euros?

-Con los años han aparecido diferentes empresas de avistamiento del lobo, gente que va a la Sierra de la Culebra para poder verlo a través de un catalejo. También hay alojamientos rurales y otros servicios que han ido apareciendo por separado, a lo largo del tiempo. Lo que tenemos que hacer es conseguir que todos ellos se unan para lograr crear un lobby a favor del lobo y que de manera coordinada se haga ese trabajo con dos objetivos claros: la conservación del lobo, que no se vea amenazado, y también demostrar que lobo vivo vale infinitamente más que lobo muerto. Con lobo vivo puedes venir a pasar un fin de semana a la sierra para ver lobos, vas a pagar por ello y esos pueblos se van a beneficiar y van a considerar al lobo un aliado de su futuro, que es lo que queremos.

-Una tarea difícil conociendo la oposición de algunos sectores de la población a la presencia del lobo.

-Sabemos que es complicado, pero tenemos el dato de facturación de nuestra parte, medio millón de euros es mucho dinero, solo por ver el lobo. Mi primer documental, en 1988, fue «Los churreros de Aliste». No se ha vuelto a hacer nada igual sobre los pastores trashumantes de la comarca, mi amor por esta tierra es total, al igual que por la cultura pastoril y por la ganadería, lo que no quiere decir que yo no considere que el lobo es hoy un valor menospreciado, oculto y nosotros queremos ponerlo sobre la mesa.

1963, Madrid

Luis Miguel Domínguez Mencía es naturalista y director de numerosos documentales, como «Los churreros de Aliste», un programa del que se siente especialmente satisfecho. El espacio lo dirigió con 25 años, en 1988, adentrándose en el mundo de los pastores trashumantes. También es responsable del programa Biodario, que emite la 2 de TVE, y presidente de la Asociación Lobo Marley, un movimiento ciudadano comprometido con la supervivencia de este animal.