A la abundante fauna de la zona del paseo ribereño del río se ha unido un extraño habitante, un mono, que lleva al menos desde el domingo pasado por la zona de La Aldehuela. Numerosos testigos vieron al animal, casi todos en una parcela vallada que se encuentra a la vera de la carretera de La Aldehuela, casi enfrente de la estación elevadora de aguas. El mono, de tamaño mediano (unos 50 centímetros de alto) fue visto por algunos de los usuarios del carril de bici y del paseo que discurre junto a la acera de la carretera de La Aldehuela.

La aparición

A las 22.15 horas el simio caía al río Duero desde un árbol, circunstancia que no le impidió «nadar y salir sin problemas hacia la orilla para volver» al mismo lugar del que se había precipitado, ante el asombro de los tres bomberos y el policía municipal que le seguían desde las 21.15 horas. El mono pudo dar muestras de su pericia junto al carril bici, en la parta próxima a la desembocadura del Valderaduey con el Duero, frente al CRIE. Para entonces el animal había recorrido unos 300 metros desde donde fue avistado a las 21.00 horas por un ciudadano, quien dio llamó a los bomberos.

Durante toda la mañana del lunes vehículos y efectivos humanos de la Guardia Civil, Bomberos y Policía Local estuvieron rastreando la zona para capturar al animal. E incluso, según las fuentes a las que tuvo acceso este diario, al parecer el operativo de búsqueda, que iba equipado con un rifle preparado para lanzar dardos narcotizantes y una jaula en la que meter al animal, llegó a dar con el primate, al que habrían llegado a disparar, aunque la operación resultó fallida y el mono pudo escapar de la mencionada finca hacia otras colindantes antes de perdérsele de vista.

Un policía municipal dejó comida (manzana y plátano) en la zona donde el mono había sido visto con más frecuencia, con el objetivo de que se quedara en el lugar, aunque no hay nuevas pistas sobre su paradero.

¿De dónde viene€?

Se trata de una especie procedente de Gilbraltar «muy rara en estas latitudes», explica el concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Zamora, Feliciano Fernández. Un ejemplar dotado de gran agilidad y una rapidez pasmosa en todos sus movimientos. Los agentes tratan de apresar al animal a través de sedantes introducidos en la comida que los agentes depositan en la zona donde fue visto por última vez para facilitar la captura.

La hipótesis más probable es que no se haya escapado de ningún sitio, sino que haya sido abandonado por su propietario, extremos que todavía hay que tomarse con cautela. La hipótesis de que proceda de un circo es muy remota, debido a que en estos días no ha habido ninguno en la ciudad.

Las averiguaciones sobre el origen del simio no están cerradas, aunque varias fuentes dan por hecho que se trata de un animal doméstico de algún particular que carece de la licencia oportuna. «Nadie lo ha denunciado en las últimas horas, de manera que el mono al final no será de nadie», explica el también portavoz del equipo de Gobierno. No obstante, será necesario atraparlo antes para que la Policía Municipal abra las diligencias oportunas para determinar quién es el propietario del mono.

¿€ y a dónde va?

El destino del primate, siempre y cuando los agentes consigan ser más veloces que el animal, será un centro de recuperación de la Junta de Castilla y León o, en su defecto, las instalaciones con las que el Ayuntamiento cuenta en la perrera municipal.

Esta última dispone de condiciones aptas para simios «e incluso también para cocodrilos», según confirma el concejal Feliciano Fernández.

Si la leyenda fuera fehaciente, ya quedaría un mono menos para que Gibraltar fuera español. El mito asegura que si los simios desaparecen del territorio de ultramar, también lo harán los británicos.

El primate ha conseguido burlar a policía, bomberos y Seprona de la Guardia Civil a pesar del operativo de vigilancia puesto en marcha en las últimas horas para su captura.

El simio campa a sus anchas por la desembocadura del río Valderaduey, una zona con mucha maleza donde puede encontrar alimento con facilidad a través de la vegetación y las ramas que crecen junto al agua. No obstante, los agentes municipales esperan poder capturar al simio cuando acuda a beber al río.

Toda un celebridad

El simio gibraltareño ha revolucionado a los paseantes por la zona. Muchos de ellos se acercan con cierto sigilo a la zona por si consiguen atisbar alguna pista de la fisionomía del primate, que ha resultado ser un alma libre en plena naturaleza zamorana.

Escurridizo, perspicaz y, ahora, también cibernético. El mono de la Aldehuela se ha convertido en la «celebrity» de la ciudad después de tres jornadas infructuosas de búsqueda en las que el simio ha conseguido burlar el operativo de vigilancia establecido en la desembocadura del río Valderaduey. Aunque el dispositivo trabaja de manera intermitente, fuentes oficiales confirman que el mono continúa en la desembocadura del cauce y sus rápidos movimientos permiten que solo unos pocos afortunados hayan conseguido verle. Todo apunta a que continúa escondido entre el ramaje y la vegetación, de la cual se alimenta, y que acude a beber agua del río durante la noche. Informaciones cruzadas han elucubrado en las últimas horas sobre el paradero del homínido, desde que se encontraba en la mitad de la isla de Las Pallas hasta que había cruzado el río. No obstante, la única información oficial es que «el mono no se ha movido de donde estaba».

La posibilidad de atrapar al animal parece cada vez más complicada. Su busca y captura ha tenido una repercusión nacional, y su fama le ha llevado a la creación desde ayer de su propio Twitter, con cientos de seguidores que han desarrollado al máximo su ingenio con mensajes socarrones e irónicos en torno al afamado animal.

Por ahora, el homínido sigue libre y campando a sus anchas en La Aldehuela€ y en la red.