«En el aire quedaría un millón de euros, lo que supondría la quiebra absoluta de la Confederación», si el juez acuerda suspender o limitar la gestión de la CEOE-Cpyme de Zamora más allá de lo puramente administrativo, medida cautelar que solicitó ayer el presidente de Azebeco, Ángel Villar, hasta que se resuelva, en seis meses como poco, su demanda contra la elección del presidente de la patronal José María Esbec el 15 de septiembre de 2012, que considera ilegal. Una demanda que «es nula», con una «caducidad de libro», indicó el letrado del máximo responsable de la CEOE, ya que debió plantearse en los 40 días posteriores a los comicios, según la normativa. Detrás de esta acción judicial, dijo, hay «mala fe» y la intención de «dejar inoperativa a la Confederación».

El abogado de la acusación estima que no se ha acreditado suficientemente que el cese de la actividad pueda reportar perjuicios irreparables para la organización. Sin embargo, el testimonio del secretario general de la Confederación en Zamora, Ángel Hernández, fue totalmente esclarecedor respecto de los ingresos que anualmente obtiene la institución: un 70% procede de las subvenciones que percibe la organización de la Junta de Castilla y León y de Cecale para la actividad formativa; y el 30% aproximadamente procede de las cuotas de los socios. Y de los dineros de esas ayudas, un 20% se destina directamente, porque así está establecido, a sufragar el coste del personal contratado para impartir los cursos. Hernández indicó que el año pasado la CEOE recibió 1,2 millones de euros por ese concepto, de los que el 72% sirvió para llevar a cabo cursos, principal actividad de la Confederación. De esa anualidad, aún hay «579.000 euros de cursos pendientes y todavía no justificados ni pagados» que se desarrollarán hasta septiembre próximo, agregó, y si el magistrado del Juzgado número 2 de Zamora accediera ahora a suspender la actividad «la consecuencia sería que tendríamos que devolver toda la cuantía de las subvenciones», incluidas las relativas a cursos ya realizados y justificados, porque así lo prevé su regulación, además de los intereses de demora. Otros 541.000 euros se destinarán a cursos para a realizar entre septiembre de este año y de 2014.

Con expresiones muy similares, «el no ingresar ese dinero sería la quiebra para la CEOE, se iría a pique», se pronunció el integrante de la Junta Directiva, Carlos Blanco Mesonero, quien procede del equipo directivo del anterior presidente de la Confederación, Ángel Herrero Magarzo. Este último admitió, a preguntas de la defensa de Esbec, que la disposición de fondos por parte de la organización es «permanente y constante para el funcionamiento» de la misma, para organizar los cursos.

Esbec también subrayó, a preguntas de su letrado, que cesar, limitar o paralizar la actividad de la organización «sería un quebranto porque el mayor capítulo del dinero de la CEOE es de cursos. Es imprescindible disponer de esos fondos» y es la Junta Directiva que preside, de la que forma parte el demandante, la que tiene potestad para decidir sobre la programación de cursos.