«Ahora que se ha hecho tan tarde» es el último trabajo del zamorano Víctor Manuel Mozo, un recopilatorio de sus últimos poemas que hablan de los profundos sentimientos del autor, que espera que los lectores se puedan sentir identificados con sus versos, inspirados en sus propias experiencias.

-¿Cómo se embarca en la aventura de publicar un nuevo libro de poemas?

-Hacía tiempo que no publicaba nada y pensé en arriesgarme y lanzarme a la piscina. He hecho una recopilación de varios poemarios, que no tienen una continuidad entre ellos, aunque sí hay poemas que se relacionan entre sí, como se descubre cuando se leen.

-¿Los poemas entonces carecen de un nexo común?

-Yo trabajo a partir de una idea de la que surgen varios poemas y sin darme cuenta está terminado un poemario. Cierro el tema y empiezo con otro. Lo que pretendo es saber si estoy escribiendo bien y eso lo intento averiguar no solo publicando, sino leyendo los poemas yo mismo después. Una razón de la escritura es escribir para olvidar, que es lo que yo hago, para sacar lo que tengo dentro, lo que veo y siento.

-¿Qué significa escribir para olvidar?

-Cuando una idea te ronda la cabeza, tiene que salir fuera. Cuando la escribes ya la puedes olvidar, no tienes más la necesidad de sacarla. Luego puedes releer el poema o no volver sobre él. De esta manera presento mis libros, haciendo hincapié en que yo en ese momento no soy el poeta que presenta la obra, sino un lector que hace una interpretación, una lectura y una crítica.

-¿Escribe más pensando en sí mismo o en el lector?

-Primero escribo sobre algo que yo sé y que tengo que contar, porque se ha convertido en una necesidad. Y luego tienes que encontrar tu público y que te diga si tus poemas le dicen algo o no. Hay que dar libertad a la gente en este sentido, no solo cuenta la voz del poeta con su declamación. El objetivo es que la persona que lea el poema lo haga con su voz, no con la del autor, se compare y lo haga un poco suyo. Al escribir, el poema deja de ser mío y pasa a ser del lector.

-¿Qué temas se tratan en el libro?

-Todo gira en torno al poeta y al hombre. Se trata de algo muy interior y personal, pero quien lo lea se puede encontrar identificado perfectamente con alguna de las ideas.

-¿Es un momento arriesgado para editar un libro de poesía?

-Así es. La poesía engancha a la gente, pero es verdad que últimamente, aunque les guste, no se para a leerla. No dedica su tiempo a esto por la época en la que vivimos, donde todo transcurre demasiado rápido. La inmediatez complica la poesía. En Internet hay cien mil opciones y un libro es una apuesta más dura.

-¿En qué se inspira cuando se pone delante del papel?

-Mi inspiración depende de lo que tenga dentro y de la situación que esté viviendo en esos momentos. No es como el novelista, que tiene tiempo para escribir la novela y se impone una rutina. La poesía surge en cualquier momento y te revuelve en la mente hasta que lo plasmas en el papel.

-Como lector de poesía, ¿con qué autores disfruta más?

-Jesús Losada, Claudio Rodríguez o Gil de Biedma están entre mis favoritos, aunque si encuentro un poema lo leo, no me importa el autor. Lo único que busco es que me diga algo y eso siempre lo puedes encontrar. No me cierro a leer determinados autores, pero los zamoranos están entre mis preferidos y tengo contacto con alguno de ellos.

Zamora, 1970

Con 19 años, Víctor Manuel Mozo se trasladó a Valladolid para estudiar la carrera de Informática. Allí comenzó a realizar lecturas de sus primeros poemas, arropado por la Asociación Cultural Torozos, con la que recorrió varias ciudades de Castilla y León. Actualmente vive entre Madrid y Puebla de Sanabria, dejando las labores literarias «cuando hay un poco de tiempo libre». Entre su obra poética publicada destaca «Los dulces ojos que miran», «La búsqueda del agua», «Click-Garabatos» o «El perfecto libro de gotas», al que este año se une «Ahora que se ha hecho tan tarde», su último trabajo, que en la actualidad presenta en distintas ciudades de España. También cuenta en su trayectoria con varios audiovisuales inspirados en sus poemas.