El joven Eduardo Garzón (Logroño, 1988) acercó ayer a los zamoranos sus tesis críticas con la economía oficial en el salón de actos de La Alhóndiga. Economista, Garzón es miembro de la Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras (Attac), una organización que se adelantó a la crisis financiera y económica años atrás cuando puso en cuestión la política fiscal europea y, en particular, la española. El grupo defiende ahora «revisar» los compromisos de la llamada deuda nacional y repartir la carga tributaria en proporción a las rentas de cada ciudadano.

-¿Qué políticas defiende la organización Attac frente a la actual coyuntura económica?

-Nosotros defendemos una forma de salir de esta compleja situación con un modelo solidario y justo para que el peso recaiga sobre aquellos que pueden poner solución y que, en definitiva, son responsables últimos de la crisis. Los gobiernos actuales abogan por salvar los organismos financieros con tal de asegurar la estabilidad del euro y de los mercados absorbiendo recursos de la mayoría de los ciudadanos a través de recortes y aumento de impuestos.

-¿Cuál es la fórmula de su organización para superar la crisis?

-En primer lugar, debería hacerse una auditoría pública de la deuda de los estados para ver qué compromisos tenemos y reestructurar una deuda que, en algunos casos, puede ser considerada ilegítima. Lo que no tiene sentido es que, hoy por hoy, los ciudadanos nos apretemos el cinturón para devolver una deuda que irá a parar a los bancos alemanes y franceses. Si España no se quita de en medio esa carga financiera por muy revolucionario que fuese el gobierno que estuviese en el poder.

-¿Qué hacemos con la política fiscal?

-Sería la segunda medida, una reforma fiscal progresiva y profunda para que paguen más aquellas fortunas y grandes empresas que las capas populares. Algunos dicen que esto no puede hacerse, pero se trata de una excusa y un problema que pueden resolver los técnicos del Ministerio de Hacienda para reducir el déficit público.

-Hemos oído hablar de la reforma fiscal a algunos partidos, pero no de la revisión de la deuda, ¿no se atreven?

-Sí hay partidos políticos pequeños que defienden ambas medidas, pero no tienen repercusión en los altavoces de los medios. Desde muchos círculos académicos se reivindica la revisión de la deuda, algo que se pedía ya en los años ochenta para los países del Tercer Mundo.

-Deuda, déficit, euro, prima de riesgo... ¿realidades o excusas?

-Son excusas descaradas. Con el estallido de la crisis financiera, se sabía culpó en exclusiva a los bancos y se omitieron los excesos de deuda pública de los estados.

-¿Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades?

-En absoluto. Cuando uno atiende a los datos del Banco de España, ve que quienes más han recurrido al endeudamiento son las grandes empresas y fortunas, no por necesidad sino para incrementar la rentabilidad.