Un joven marroquí, N.E.E., se enfrenta a una petición de hasta cuatro años y dos meses de cárcel como presunto autor del apuñalamiento de un joven en Villalpando, mientras su entonces compañera sentimental tiene una petición de la acusación particular de dos años de cárcel por obstrucción a la justicia.

Los hechos que dieron lugar a la vista celebrada ayer en el Juzgado de lo Penal de Zamora se produjeron a las cinco de la madrugada del 27 de junio de 2009 en la Plaza Mayor de Villalpando. Una cuadrilla de amigos, entre los que se encontraba el responsable de una carpa-bar instalada en la localidad por la jornada de feria, observa cómo dos hombres están golpeando la lona con una barra de hierro. El encargado de la carpa afea la actitud al que portaba la barra, quien la deja en el suelo y se retira a los soportales, mientras el otro, un súbdito marroquí se enfrenta a los del pueblo.

Según la versión de la mayoría de los testigos, todos ellos amigos, fue el marroquí el que «se puso chulo» y se enfrentó al grupo, agarrando a uno por el cuello. Cuando otro de los presentes acudió a separarles recibió lo que en principio creyó un golpe en el costado, pero que cuando se tocó y observó que estaba sangrando comprendió que había sido una puñalada. El apuñalado pegó tres puñetazos al marroquí que respondió a la agresión y asestó otras dos navajadas al otro, todas ellas heridas de poca profundidad, la más complicada en el abdomen, aunque sin peligro vital.

Fiscal y acusación particular entienden que fue el marroquí quien comenzó la agresión y el que sacó la navaja, mientras la defensa considera absurdo pensar que una sola persona se enfrente a una decena de jóvenes del pueblo y considera que fue el grupo el que persiguió a su patrocinado al grito de «muerte al moro» y que este solo empleó su derecho a la legítima defensa en un caso de miedo insuperable: verse rodeado por un grupo de lugareños en un pueblo extraño a las cinco de la madrugada. El acusado, que residía en Benavente, huyó del lugar, mientras su compañero, el que portaba la barra de hierro acudía al cuartel de la Guardia Civil acompañado por los mozos de Villalpando y el herido acudía al centro de salud para ser atendido de las heridas. Fue el compañero el que aportó a la Benemérita los datos del vehículo que permitieron localizar a la mañana siguiente al presunto autor de la agresión en Benavente.

La víctima de los navajazos (en el costado, la ingle y la espalda) tuvo que ser ingresado en el hospital Virgen de la Concha de Zamora, donde recibió la visita de la compañera sentimental del presunto agresor, M.A.R.G., quien trató de convencerle para que retirara la denuncia, argumentando que «era un buen chico». Según la víctima y su tío, que fue quien echó a la mujer de la habitación, esta les amenazó («os vais a enterar como no retiréis la denuncia»), invocando para ello su condición de funcionaria de la Junta. La acusada, sin embargo, admite haber visitado al enfermo, pero niega haber proferido amenaza alguna.

En el juicio testificaron, además de los acusados y el denunciante, otros cuatro amigos de éste que participaron en los hechos, el amigo del acusado (por vídeo conferencia), un guardia civil y un perito. Las partes renunciaron a otros testigos viendo que sus testimonios eran reiterativos, y el abogado de la acusación intentó que los hechos pudieran considerarse homicidio en grado de tentativa, posibilidad rechazada por la juez ya que en ese caso el procedimiento abreviado debería haber seguido una vía distinta a la de un delito de lesiones y hacerse por sumario.

Acusación particular

Para N.E.E. pide cuatro años y dos meses por un delito de lesiones (al hombre apuñalado) multa de dos meses a razón de seis euros diarios por una falta de lesiones (al que agarró por el cuello), y el pago de 14.883 euros. Para su entonces pareja, M.A.R.G. pide dos años por obstrucción a la justicia. Pidió también que se impongan las costas judiciales a los acusados.

Fiscalía

Para N.E.E. solicita tres años y medio de cárcel por un delito de lesiones y multa por una falta de lesiones a razón de dos meses a seis euros diarios. La indemnización incluye 4.526 euros por las lesiones y daños provocados a la víctima, cuatro mil euros por las secuelas y 3.994 euros para Sacyl por los gastos de la asistencia sanitaria. Para M.A.R.G. solicita un año de cárcel por obstrucción a la justicia.

Defensa

La abogada defensora pidió la libre absolución de sus patrocinados, al considerar que no existen pruebas contra ellos y tanto el DVD con las grabaciones de las cámaras instaladas en la plaza de Villalpando como la lógica indican que fue su patrocinado el agredido y se limitó a defenderse. En el caso de la mujer, considera que tampoco existen pruebas de nada punible.