Los vecinos de Vista Alegre tendrán que esperar todavía a que finalice la urbanización del barrio para que el servicio de autobús urbano pueda recorrer sus calles. El problema está en la calle Valladolid, que queda literalmente cortada y sin conexión con otra zona del barrio totalmente urbanizada. «Las obras llevan paradas desde noviembre y aunque se nos había asegurado que se retomarían el 1 de abril, no ha habido todavía ningún movimiento», denuncia el presidente de la asociación de vecinos, Manuel San Miguel.

De momento, los usuarios tendrán que seguir saliendo a las afueras del barrio para acceder al transporte urbano. La única novedad de la que han podido disfrutar con la nueva empresa adjudicataria de autobuses ha sido la creación de una nueva parada, junto a la gasolinera del centro comercial que hay en la zona.

«Aunque ahora sean nuevos, los autobuses siguen sin entrar por el barrio por esta situación y aunque hemos mantenido varias reuniones con el Ayuntamiento, nunca nos han dado unos plazos», lamenta el presidente de la asociación de vecinos, para quien este es uno de los principales problemas que tiene el barrio. «El servicio de autobuses es necesario aquí y si se pudieran ampliar recorrido y horarios, la gente los utilizaría mucho más», afirma. «De esta manera, estamos incomunicados», añade.

Por su parte, el concejal de Obras, Manuel Hernández, asegura que la empresa que va a llevar a cabo los trabajos de urbanización de esta zona estaba pendiente del visto bueno del Servicio de Carreteras, ya que para realizar los trabajos debe cortarse un carril de la N-122, y del mal tiempo. A esos dos factores se deben los retrasos denunciados por los vecinos pero Hernández anuncia que una vez solventados ambos las obras se iniciarán en los próximos días. «Entre los trabajos de entronque de las vías y el remate de elementos de urbanización como farolas o papeleras se estima que la obra dure dos meses», adelanta.